Doña Chepa, es una de las cuatro mujeres que perdieron la vida en una explosión y posterior incendio que se registró en el municipio de Tepatitlán, este sábado. Al igual que ella, su hija Martha, la enfermera y quien la cuidó durante muchos años, murieron calcinadas.
“Siempre gozó del aprecio; todos sus hijos están aquí. Sus hijas continuamente la estaban visitando durante el día, y en las tardes iba ahí (a los portales). Sus hijos eran de visitarla todos los días”, expresó el padre de la parroquia local, San Francisco de Asís, Emiliano Valadez Fernández. “No estaba sola, tenía su enfermera y una que la cuidaba, no estaba desamparada”, dijo.
Josefina González Reynoso utilizaba sillas de ruedas. Estaba enferma, recuerda el sacerdote. Incluso, mientras elementos de Protección Civil y Bomberos intentaban apagar las llamas, comerciantes detuvieron a Alicia, otra de las hijas de la Doña Chepa, que buscaba ingresar para salvar a su madre y hermana.
“Tienen un negocio familiar, también aquí enfrente de la plaza, intentaron y pues querían correr a salvar a su mamá”, expresó Gerardo Larios, vecino y amigo de la familia Alcalá-González. La señora Josefina vivía en una finca de cuatro pisos que se ubica sobre la calle Juan José Espinoza número 30, a escasos metros de la presidencia municipal.
Ayer, la acumulación de gas LP provocó la explosión y posterior incendio que dejó un saldo de 25 personas lesionadas de forma leve a regular. Entre ellos, un huésped del hotel aledaño a quien de la prisa se le olvidó ponerse zapatos.
“Refiere que es de Guadalajara, que él estaba hospedado en el hotel, se baja asustado, porque le cayó una pared encima, se baja y se va de lado lateral de la plaza y se sienta para que le quiten los vidrios de los pies”, narró Ana Rosa Morales Sánchez, paramédico de Cruz Roja de San José de Gracia.
La onda expansiva alcanzó tres cuadras a la redonda. Bastaba caminar por la plaza principal para sentir los vidrios y observar los daños.
El ayuntamiento de Tepatitlán reportó afectaciones en la fachada de la presidencia municipal. El reloj que se encontraba en la parte alta, literalmente desapareció.
El estruendo también dañó diez comercios, cuatro bancos y cuatro hoteles, principalmente en cristalería. La parroquia de San Francisco perdió los vitrales de su cúpula.
De acuerdo con las primeras versiones de lo ocurrido, una pipa abastecía de gas a través de una línea que conduce al estacionario de la finca de Doña Chepa cuando sucedió una chispa que generó la explosión.
“Lo que tenemos es una toma exterior que conecta con el lado de la pared y de ahí se sube a la parte del tanque estacionario. Tenemos que revisar cuál es la posible falla en alguna conexión, accesorio o un aparato de consumo también”, declaró el director de la Unidad Estatal de Protección Civil de Jalisco, Víctor Hugo Roldán Guerrero.
La pipa de Gas LP fue asegurada. El chofer y su ayudante, resultaron lesionados de forma leve.
El inmueble presenta daños en su estructura y quedó bajo resguardo del ministerio público a fin de que se realicen los peritajes para determinar la causa del siniestro.
Los cuerpos de las víctimas fueron hallados en la sala y área de lavandería. Hasta el momento, solo dos fueron identificados por el abogado de la familia Alcalá-González. Entre ellos, el de una las más queridas en la zona de los Altos de Jalisco.
JMH/VJCM