Sobra explicar por qué debemos estar preparadas para defendernos del mundo hostil que está dentro y fuera de casa. “Dragons Karate Do Casa Chimeyo” tiene muy clara la necesidad de capacitar a las mujeres desde los primeros años y hasta la tercera edad. Darles herramientas para aprender a observar, evadirse de cualquier posible daño y escapar.
Arturo Contreras, mejor conocido como Arturo “El Toluco”, tiene amplia experiencia en este tipo de talleres. Es experto en artes marciales, donde se inició a los cinco años de edad. Desde hace 20 años fundó su propia escuela y ha llevado este taller al DIF de Toluca, la Casa Hogar Alegría para niñas de bajos recursos, al Colegio Mexiquense, a la porra del Toluca, comerciantes de la Terminal Toluca, al grupo Almas Bravas y varios municipios de la entidad y Tlaxcala.
El luchador profesional, experto en defensa personal y ex escolta privado, aclara que el objetivo no es generar más violencia ni enfrentar a las mujeres a situaciones difíciles, sino que estén alertas para prevenir y sepan cómo ponerse a salvo, sobre todo cuando diversos estudios señalan que en México, el 75 por ciento de las mujeres ha sufrido algún tipo de violencia.
Cada persona, considera, debe aportar lo que puede, desde su expertise, y en su caso es “preparar a las niñas y mujeres para la guerra”, pensar en posibles escenarios y diseñar estrategias de defensa con lo que traigan a la mano, un celular, un lápiz, un libro, sus tacones o un bastón. Todo es útil y da tiempo para ponerse a salvo.
“Es necesario pensar y reaccionar rápido, sino te conviertes en una estadística más. Lo primero que les enseñamos es a observar, identificar riesgos, tratar de prevenir; que deben ver en su agresor para poder identificarlo posteriormente y cómo escapar” señala.
Todo esto, dentro de un taller que tienen vigentes desde unos años, sin afán de lucrar, sólo de recuperar la inversión para cubrir el costo del espacio, materiales e instructores, con estrategias personalizadas, pensando en el ambiente que se desenvuelve cada persona.
“No es por moda ni lucramos con este problema, apoyamos, protegemos y acompañamos con este problema a todas las mujeres que se acercan para cualquier situación que se presente” enfatiza.
Los tres momentos clave
El taller consta de tres niveles. Lo primero es aprender a observar, identificar si alguien te mira en más de una ocasión, si regresa al lugar donde estás, si un carro baja la velocidad, si alguien dirige su mirada a tu bolso o celular, si esa persona trata de esconder su rostro y tiene las manos dentro de una sudadera. Es necesario identificar el peligro y ponerse a salvo antes que suceda.
Un ratero o violador generalmente va en contra de quien está distraída, para sorprender, busca gente sola, vulnerable por su edad, condición física o vestimenta. Para ellos es muy práctico someter y tirar al suelo a alguien de menor peso, a quien trae una coleta que les sirve para someterla más fácilmente.
La observación también está presente en el momento de un ataque. Identificar si la persona tiene algún arete o perforación, tatuajes, el calzado, algún signo distintivo. Pensar en el color de la chamarra o camisa no ayuda mucho porque en cualquier momento pueden despojarse de ella, pero no de los tenis o zapatos, los cuales necesitan para correr. Estos datos pueden ser útiles para la denuncia y ubicación del victimario.
“Estamos trabajando con mejorar día a día, estamos con un psicólogo que está trabajando con violadores para identificar cuáles son sus formas o modos operandi para poder atacar” y de esa manera poder tener algún punto de ventaja.
Luego sigue la respuesta de la víctima y es donde tratan de incidir enseñándoles cómo responder, los puntos débiles del victimario para distraerlo o neutralizarlo por unos minutos con el fin de poder escapar. No se trata de enfrentarse en una pelea campal, porque sería muy complicado, sobre todo cuando la otra persona está armada.
Cuando una mujer está sujeta, puede aprender a dar un giro, por ejemplo, y pisar con fuerza el pie de su oponente, eso le causará dolor y lo dejará inmovilizado por unos segundos o minutos, los cuales son útiles para correr con el fin de alejarse y tratar de ir a un lugar menos inseguro.
El celular, señala, es un arma potente. Generalmente se trae en las manos. Con él se puede dar un golpe en el centro del pecho. Es potente y eficaz. No requiere de una destreza especial, pero sí algunas técnicas que "El Toluco" enseña a cada mujer que capacita.
Caminar al salir de la escuela, puede ser con un libro en la mano. Un golpe con el lomo de éste en el cuello del agresor le dejará un fuerte dolor por un buen rato.
También tiene técnicas para cuando una mujer está sometida en el suelo. Identificar lo que no se puede hacer por lo cansado que puede significar y difícil de sostener, como ocurre con levantar la cadera del suelo. Al final el peso del hombre gana y la mujer termina sin fuerza para seguir defendiéndose, pero si hay manera de zafarse.
Un lápiz o pluma también resulta útil. Los ojos resultan muy vulnerables o alguna parte blanda del cuerpo. Los golpes directos al pecho, a la entrepierna, a las pantorrillas, doblar un dedo, entre otras técnicas que deben ensayarse para estar lista para evadir un tirón, un arma en la cara o alguna otra táctica de sometimiento.
¿Quién puede prepararse?
El taller está pensado para todas las edades, con enseñanzas específicas para cada grupo de edad y condiciones, porque una niña de 5 o 6 años no puede reaccionar igual a una de 25, 40 o 65 años. El curso se adapta a cada persona.
Actualmente tiene pequeñas de kínder, desde los 3 o 4 años, a quienes enseña cómo dejarse caer si alguien se las quiere llevar, a estar al pendiente, no despegarse de papá o de mamá y no caer en atractivas ofertas donde alguien las llame dándoles dulces o regalos. A poder expresar todo a su padre o madre para identificar situaciones de peligro que puedan vivir en algún espacio.
También pueden acudir mujeres embarazadas, adolescentes, adultas e incluso adultas mayores que pudieran tener algún problema motriz, usar bastón o estar en una condición especial. Para cada caso se analiza las ventajas que pudieran tener y cómo explotarlas.
En general, expresa, este taller se enfoca a todas las mujeres que no tienen poder adquisitivo para tener una escolta que las cuide las 24 horas del día, a quienes lo primero que les dicen es que deben estar conscientes que se van a enfrentar a un mundo completamente cruel y si no están preparadas pueden convertirse en una estadística más.
Hay que dejar atrás esas ideas que las mujeres mayores ya no pueden defenderse. Quizá no lo hagan con la misma facilidad del resto, pero regularmente tienen a su alcance algo, un bastón, por ejemplo, pueden llevar consigo un celular o algún otro artefacto, además pueden gritar “fuego”, para que la gente cercana se ponga alerta o salga a la calle, porque muchas veces el pedir auxilio ya no sirve de mucho.
La nueva promoción inicia después de Semana Santa. El primer bloque dura seis horas, el segundo ocho y el tercero día cinco horas. El costo es accesible. El objetivo es que acudan más mujeres para aprender a defenderse, sin hacer distinciones o que necesariamente sean mujeres atléticas o acostumbradas a hacer ejercicio.
Lo importante es hacerlas conscientes de su entorno, tener los sentidos muy alertas, sin causarles estrés cada que salgan a la calle. Para lograr alertar un sentido, les cubren otro, por ejemplo esos donde les vendan los ojos, donde no pueden escuchar nada, cómo avivar los sentidos que les quedan activos.
Denunciar
También de la importancia de denunciar, de proporcionar información a las autoridades que sirva para poner tras las rejas a quienes se dedican a violentar mujeres, dando datos de las personas, con detalles que difícilmente se puedan ocultar, como un tatuaje; acudir lo antes posible por si quedaron entre sus uñas restos de piel del victimario, con lo cual se pueda obtener su ADN o su sangre.
“Tu accionar debe ser en automático, escapar, huir, gritar, si no lo haces en el momento te pueden convertir en una estadística más” enfatiza Arturo “El Toluco”.
Las personas interesadas en estos cursos lo encuentran en la Plaza de la Mujer, también conocida como Pasaje Lycesa, en sus redes sociales como "Arturo Toluco Contreras" o "Dragons Karate Do Casa Chimeyo”.
JGM