De muy poco le sirvieron a Sofía López los 30 mil pesos que recibió como apoyo de la Secretaría de Bienestar, tras el paso del huracán Agatha. Ella perdió su casa, sus enseres y prácticamente todas sus pertenencias el pasado 30 de mayo, cuando el fenómeno meteorológico arrasó con la comunidad Barra de Copalita, de la costa oaxaqueña.
Resignada y con muy pocos ánimos, Sofía de 46 años detalló que tuvo que utilizar ese dinero -el cual según el gobierno de México era para reconstrucción de viviendas- para comprar una estufa, un tanque de gas, calzado y ropa.
“El dinero del gobierno no alcanzó para nada, para comprar un terreno o algo. Lo que he hecho (los últimos dos meses) pues es trabajar, salir adelante porque no hay de otra.
“Los 30 mil pesos que me dio lo ocupé para comprar estufa, gas, lo más indispensable de la casa, porque pues nos quedamos sin nada, y pues solamente para eso nos sirvió, para la renta y volver a empezar de nuevo, comprar trastes, ropa, calzado, porque tengo tres hijos, y ese dinero no alcanza”, señaló.
Sofía recordó que, tras perder su casa, tuvo que rentar dos cuartos en la misma comunidad, por mil 500 pesos mensuales, cantidad que cada vez pesa más. Ella se dedica a realizar trabajos de limpieza y su esposo es ayudante de albañil. Tienen tres hijos y entre los dos ganan cerca de seis mil pesos al mes.
Dijo que no va a quedar de otra más que regresar al terreno donde estaba su casa. Su plan es construir dos cuartos de lámina y vivir ahí, a unos 20 metros del río Copalita, bajo el riesgo de que otra inundación se vuelva a llevar todo.
“Como no tengo dónde vivir, y la renta está muy cara, pues regresarme aquí, a mi lugar a poner dos cuartitos, aunque sea de lámina, para seguir con la rutina, seguir viviendo, porque la renta está muy cara.
“Yo sé que, ahora sí ya sé que el río se sale, pero pues va a ser como para no pagar renta, porque si se sale el río, me voy nada más con hamacas, colchonetas y a seguir viviendo aquí”, explicó.
La suerte de Don Anselmo tampoco cambió con los apoyos económicos que repartió el gobierno federal. Él recibió un poco más, 45 mil pesos, pero no los usó para reconstruir su vivienda, la cual también fue arrasada por el huracán Agatha.
Además, de su casa, Don Anselmo -campesino de 45 años- perdió sus cosechas y sus animales, unas 100 gallinas y un caballo. Por esa razón, optó por invertir ese dinero en restablecer sus tierras y comprar otro caballo.
“Ya quité los troncos que había en el terreno, ya le metí la primera rastra y pues ya compré un caballo, ahí se va gastando el dinero ¿no? La verdad ahí se fue, porque pues ahora sí que la rastra, que el posero, que, como se llama, que el caballo, pues ya, ya se gastó. Ponle que hay una piscachita como le llaman, pero no va a alcanzar para más”, señaló.
Anselmo y su esposa ahora venden postres en su comunidad, los Bajos de Coyula. Sacan a la semana unos mil 200 pesos. Quieren construir otra casa, pero para eso necesitan cerca de 100 mil pesos, por lo que de momento tendrán que esperar.
“Todo el material está caro, ahora sí que no puedo comenzar de nuevo porque pues sí se requiere de mucho dinero.
““No la verdad no, el terreno ya lo tengo, pero ahora sí que hay que empezar desde cero y pues, así como está el material, no. Vamos así poquito a poquito, vamos a salir adelante”, respondió.
A Eva le fue un poco mejor. Recibió 60 mil pesos, y ella sí los ocupó para la reconstrucción de su casa, la cual desapareció por completo con el huracán. La lleva de gane, ya recuperó un 60 o 70 por ciento de la vivienda. Solo faltan algunos acabados, ventanas, puertas y cocina.
“Hice labores de mi casa, compré lo que fueron mi bomba de luz, compré mis láminas y lo que tiene que hacerse una casa ¿no? Y pues ahora me falta, hice mi mufa, ahora me falta meter lo eléctrico, la luz. Me falta poner puerta, ventana, pues hacer otras cositas más que nada ¿no?”, explicó.
Eva tiene 27 años y es madre soltera de dos niñas de dos y cinco años. Actualmente tiene un ingreso semanal de 500 pesos, por lo que tendrá que ahorrar algún tiempo para terminar su casa.
“Me dedico a la venta de tortillas, y pues antier y ayer pues dediqué a tamales, a la venta de tamales, estoy vendiendo tamales en la comunidad.
“Pues ahorita nos sentimos mejor, porque ya pasó el susto y todo eso, y ya recuperar poco a poquito, lo que uno tenía ya lo está uno recuperando, y pues ahorita nos sentimos bien, gracias a Dios, ya esperando a que las lluvias ya no vuelvan a destrozar de nuevo los hogares”, expresó.
Ellos son tres de los 30 mil beneficiarios que recibieron apoyos de la Secretaría de Bienestar, después que resultaron afectados por el paso del huracán Agatha, el pasado 30 de mayo.
LG