“Olvidados y con miedo”: damnificados del Cerro del Chiquihuite

Predios que se encuentran en un punto de riesgo por posibles desgajamientos, siguen siendo habitados.

“La piedra más grande cayó en mi casa". | Daniela Lecuona
Daniela Lecuona
Estado de México /

A un año del desgajamiento de una de las laderas del Cerro del Chiquihuite que cobró la vida de cuatro personas en la tercer sección de la colonia Lázaro Cárdenas de Tlalnepantla, damnificados aseguran estar olvidados y con miedo.

En lo que fue la zona cero, predios que se encuentran en un punto de riesgo por posibles desgajamientos, siguen siendo habitados, ejemplo de ello es Maura Cartisano que regresó a su vivienda ubicada en la esquina de las calles Alacrán y Chimalhuacán.

“La piedra más grande cayó en mi casa, y era mi fuente de trabajo, la esquina era un mini super, ahí vendía huevo, refrescos, fruta, verdura”.

Maura tuvo que regresar a su casa junto con su familia, entre ellos su nieta que apenas tiene cuatro meses de nacida. Ahora lavo, limpio en casas ajenas, tenemos que seguir trabajando para comer”.

Los demás aseguran que a partir de enero de este 2022 dejaron de recibir el apoyo económico mensual de 5 mil pesos, "dejándonos a nuestra suerte y sin conocer el plan de reubicación", coinciden.

“Las autoridades que les correspondían dar informes, juntas y todo, no lo hicieron, sólo vinieron a despojar a 12 predios, nunca nos dieron la cara, nada más nos dicen consíganse al abogado, ¿se están burlando de nosotros?”, señaló damnificado.
“Los albergues fue puro cuento político", acusan vecinos.

Hubo rapiña, acusan

Los albergues para los damnificados que se brindaron, vecinos aseguran que se cometió “rapiña” entre representantes de autoridades de la administración pasada de Tlalnepantla.

“Los albergues fue puro cuento político, pura rapiña, una verdadera rapiña que a los verdaderos damnificados jamás nos llegó el apoyo, solo robaban”.

Afectados señalaron que después de un mes, los albergues no tenían comida y había gente que solo se aprovechaba de la situación.

Gustavo Martínez Lázaro es padre de Jessica, de 28 años, y Mariana, de 21 años, quien fue una de las cuatro personas que perdieron la vida en el desgajamiento, expresó seguir de luto por la muerte de su hija.

“Todavía no superamos eso porque la muerte de un hijo no tiene nombre, es un dolor que sigue y no tiene fin”.

Gustavo también expresó estar agradecido por la recuperación de su otra hija Jessica, quien ya volvió a caminar después de varias terapias que fueron subsidiadas por su cuenta.

“El gobierno sigue con puras promesas , ni siquiera se han molestado en preguntar cómo está mi hija si si volvió a caminar, si está bien psicológicamente nada”.

El papá de las dos jóvenes explicó que lo mandan a Toluca muy seguido, sin embargo, Protección Civil insiste en posponer la ayuda.

Me dijeron puras promesas, con decirte que me decían que el 15 de enero de este año ya me ayudaban con la casa”.

En la parte alta del muro de gavión, se encuentran tres cruces pequeñas con algunos nombres de los fallecidos como el de Paola de 22 años y sus hijos Jorge Dylan, de 5 años, y Mia Mayrin, de 3 años de edad.

A la derecha de estas cruces, hay una más grande para recordar la muerte de las personas, incluida Mariana Martínez de 21 años, quien era estudiante de la UNAM.

Damnificados hacen un llamado al gobierno federal y al del Estado de México para tener una pronta solución y evitar otra tragedia.


KVS

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