Los dos hermanitos que la noche del domingo fallecieron en un incendio en Pesquería, fueron despedidos en su última morada en un panteón del municipio de Guadalupe.
Los estudios forenses confirmaron que ambos perdieron la vida a causa de una intoxicación con monóxido de carbono, al inhalar en forma prolongada el humo de la combustión.
Fue de esa manera como terminó la historia de los pequeños Ángel Britago y Bryam Yareth, de 1 y 3 años de edad, respectivamente.
Ambos murieron dentro de su domicilio, ubicado en el segundo piso de un edificio de departamentos, en la colonia Gran Dinastía, en Pesquería, Nuevo León.
Su mamá había salido rumbo a la casa de su novio para preparar la cena, pues en su cocina carecía de servicio de gas.
A reserva de las indagatorias, los familiares de las víctimas sospechan que fue un corto circuito en las instalaciones eléctricas lo que generó el incendio.
Por medio del apoyo del gobierno municipal, los cuerpos de los hermanitos fueron velados en la capilla de Pesquería.
La tarde del martes ambos fueron sepultados en el panteón Las Escobas, del municipio de Guadalupe.