Entre lágrimas, llanto y aplausos, así despidieron a Jessica, Verónica y Diego, silaoenses que fallecieron en la explosión de una pipa el pasado lunes 16 de noviembre en la carretera Nayarit-Guadalajara.
Con una ceremonia religiosa en la ciudad de Silao, familiares, amigos y conocidos se reunieron en el templo del Señor del Perdón a las 12 del mediodía, para dar el último adiós a las hermanas Jessica, Verónica y a su hijo Diego de 5 años, tres de las víctimas que dejó el lamentable accidente.
Familiares comentaron que las hermanas Jessica y Verónica, tenían un hermano se había quedado en casa durante ese viaje.
"Yo no hablo todavía aún con mi sobrino, no lo he visto todavía, apenas lo vi aquí en misa, entonces pues no sé como ande ahorita ha de ser muy fuerte para él", comentó un familiar de las víctimas.
Las víctimas identificadas como Jessica de 27 años, Verónica de 30 y su hijo de 5 años de nombre Diego, causaron un gran vacío en las personas que convivían diariamente con ellos o que en algún momento habían tenido la oportunidad de conocerlos.
"Buenas muchachas, trabajadoras, honestas, buenas hijas, una excelente familia muy unida, una familia realmente unida, bastante doloroso, bastante trágico", señaló una de las maestras de Jessica, que es allegada a la familia.
Durante la ceremonia religiosa no estuvieron presentes los padres de las hermanas, debido a que seguían resolviendo algunos asuntos legales del accidente, además de encontrarse todavía en un estado inconveniente por la pérdida de los tres integrantes de su familia.
Cerca de 200 personas se reunieron en el templo para despedir a los guanajuatenses. Una compañera de Verónica comentó que era maestra de preescolar y que cada día que llegaba era una luz de vida para todos, siempre con alegría, con entusiasmo y con su hijo Diego, siempre fue una gran madre.