El 2024 será un parteaguas en materia ambiental pues este año concluyen las investigaciones científicas en la región de Tula, para sustentar los reclamos de activistas sobre el daño al ecosistema causado desde hace décadas, reveló Angélica Arellano Ángeles, de la Red de consciencia ambiental Queremos vivir.
Dijo que está por concluir el proyecto denominado Evaluación de riesgo para la salud humana por agentes tóxicos, que desarrollan académicos-investigadores del Consejo Nacional de Humanidades Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), y el cual encabeza la doctora Brisa Violeta Carrasco Gallegos.
Pero también está por concluir, dijo, el proyecto de Trasvases como dispositivos de desigualdad hídrica, encabezado por el doctor Francisco Javier Peña de Paz, del Colegio de San Luis (Colsan).
Estas investigaciones, que han requerido varios años de trabajo, revelarán información importante sobre la región de Tula, y señaló que debido a que estaban en proceso no se han ofrecido los resultados finales, pero en breve sucederá.
Y esta evidencia científica servirá para respaldar las denuncias que desde hace años han realizado los activistas en materia ambiental y las organizaciones a las que pertenecen, para que la población y las autoridades se percaten que la información sobre el deterioro ecológico es real.
Dijo que los especialistas y expertos confirman lo que como activistas han denunciado en este tenor, por lo que destacaron la importancia de estos trabajos de investigación que se han realizado en la zona.
Agregó que el resultado de estas investigaciones servirán además como respaldo para que las organizaciones ambientales puedan presentarse ante las próximas autoridades federales para abordar la problemática ambiental de la zona.
Arellano señaló que como ambientalistas no se oponen al trabajo coordinado con gobierno, pero destacó que se deben tomar en cuenta las posturas y propuestas que realizan a las autoridades, pues cuentan con todo un trabajo de varios años de investigación.
Insistió en que se debe preservar el ecosistema del río, pues de lo contrario el daño será mayor y sólo restará preservar lo poco que quede del entorno, una lucha que mantienen desde hace siete años, cuando comenzaron las obras para la ampliación, rectificación y revestimiento del río Tula.
Cabe recordar que hace unos días se retomaron las mesas entre autoridades, representantes ciudadanos y personal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para abordar el tema de los pendientes a raíz de la inundación de Tula por el desbordamiento del río, registrada en septiembre de 2021.