Apenas el año pasado, Luis Ángel García, nacido en la Ciudad de México, pero radicado toda su vida en Cadereyta Jiménez, fue galardonado por el alcalde de Houston, Sylvester Turner.
En una ceremonia solemne y dada su contribución a la comunidad hispana, el Ayuntamiento de la ciudad texana estableció el 5 de octubre de cada año como el Día en su honor.
“Cuando voy a que me entreguen el premio y ahí declaran el 5 de octubre como el día de Luis Ángel García Álvarez, yo no me lo esperaba, dije: ‘Wow, tengo un Día en Houston’ y fue algo que me conmovió”, recordó.
¿Pero cómo fue que este hombre, ex estudiante de la Prepa 12 de Cadereyta y de la Facultad de Arquitectura de la UANL, llegó a este lugar?
Su historia tiene epicentro en el Centro Comunitario Magnolia, sobre la calle Capitol, a 15 minutos del centro de Houston. Hasta hace unas décadas, los latinos solo tenían permitido vivir en este barrio.
Luis Ángel García dirige desde el segundo piso de este lugar su organización de ayuda a migrantes, de nombre SEDES, que se ha convertido en una fábrica de volver realidad el sueño americano.
En los últimos 12 años, su asociación ayudó a más de 15 mil migrantes en Estados Unidos.
“Primeramente es ayudarlos a romper esa barrera del lenguaje, por medio de cursos conversacionales de inglés, que también incluyen componentes para adaptarse culturalmente aquí; después tenemos otro componente que es el que obtengan su equivalente a la preparatoria. Con esos dos componentes es más fácil que se abran camino en los Estados Unidos”, refirió García.
No obstante, el camino no fue sencillo. Luis Ángel llegó en 2004 a Houston, y trabajó como obrero en una fábrica por varios meses.
“Yo creo que llegué como la mayor parte de los inmigrantes, llegamos acá con la idea de estar un año, o dos, o tres, hacer dinero y regresar al país, a establecerte ya con un capital, entonces yo llego de esa manera para acá”, expresó.
Sin embargo, la vida le tenía deparado otro camino diferente. Se acercó a una organización sin fines de lucro para dar clases de fotografía y le ofrecieron la coordinación de un programa del Tecnológico de Monterrey que enseñaba cursos de computación y otras materias.
Y en 2008 decidió crear SEDES, su propia asociación, la cual ofrece talleres de finanzas personales, computación, creación de empresas, valores e inglés, entre otros. Atiende a cerca de mil 200 personas por año, de las cuales 50 por ciento son mexicanos.
La visión y compromiso de este hombre ha impactado la vida de miles, y ya tiene un día en su honor en Houston, pero aún busca cumplir más sueños.
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