De fresa, de mango y de limón

Más de cincuenta años vendiendo helados

Don Juan Acuña tiene 69 años de vida y 54 de ellos los ha dedicado a la venta de helados

El día está nublado pero hace bochorno. (Jorge Sánchez)
Alejandro Reyes
Pachuca /

Juan Acuña tiene 69 años de vida y 54 de ellos los ha dedicado a la venta de helados. 

Dice que vende nieves desde que estaban a 10 centavos. Tenía 15 años cuando comenzó de ayudante. 

Es domingo después del medio día y don Juan Acuña Lazcano vende sus helados en el Parque Hidalgo. El día está nublado pero hace bochorno. 

Los vende en su triciclo que lleva una caja y en la caja una barrica. Hoy ofrece helados de limón. 

Dice que no hay diferencias en la venta de helados en primavera y en temporada de lluvia. 

Para mí ha sido igual, porque poco o mucho que yo me lleve para mí es igual todo”, dice. 

Cuenta que vende helados en el Parque Hidalgo, en la escuela Vicente Guerrero y en Plaza Juárez cuando hay manifestaciones. 

Don Juan es bajito, de ojos pequeños y es originario del centro de Pachuca. Asegura que sabe hacer nueves de distintos sabores. 


Yo sé hacer nieves de todos los sabores, pero la que se ven de más es la de limónYo sé hacer nieves de todos los sabores, pero la que se ven de más es la de limón...
Juan Acuña Vendedor

Recuerda que cuando era adolescente vendía nieves en Plaza Juárez y ahí se ponía un circo. 

Don Juan es un hombre de experiencia y asegura que el sabor de la nieve no es la misma si se está en un plástico o una barrica. Él la vende en barrica y dice que su sabor es mejor

Hoy ha traído solo nieve de limón. A los adultos el vaso lo da en 10 pesos y a los niños en 5 pesos. 

Además de nieve de limón hago de guayaba, fresa, mango, mamey, tamarindo, arroz: sé hacer una nieve de vainilla con acitrones, pasas y arroz, esa sabe mejor que todas, pero es cara y casi nadie la quiere pagar”, cuenta. 

Don Juan vende su nieve de limón en vasos de unicel y les coloca una pequeña sobrilla de papel. 

Dice que vende nieve diario, pero que ahora que los niños están de vacaciones solo sale de casa tres o cuatro veces a la semana. 

Cuando hay clases normales salgo diario a vender, hay que saber sobrellevar el negocio, en el negocio hay que saber perder y ganar”. 

Se sincera y afirma que en un buen día de venta se lleva hasta 500 a casa. Aunque ataja, “como hoy me puedo ganar 200 o 300 pesos o nada, pero yo me voy contento”. 

Dice que él prepara la nieve en su hogar y recuerda que la primera persona con la que trabajó no le quiso enseñar, que fue otra quien le mostró cómo elaborarlas, aunque evitó dar su nombre. 

El señor al que yo le ayudaba jamás me enseñó, nunca; otro señor me enseñó, me prestó el material, todo”, cuenta. 

Don Juan asegura que le gusta vender sus nieves y que nunca le ha dado vergüenza hacerlo. 

Me pongo aquí en el Parque Hidalgo, cuando hay marchas en gobierno ahí me estoy”, dice. 

Cuenta que antes vendía en el Reloj Monumental pero que ahora la presidencia municipal no permite. 

Don Juan dice que los días domingo llega cerca de las once de la mañana y se va a las tres y media a casa. 

Luego de contar un poco de su vida como vendedor de helados con Juan continúa con su venta.

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