Doriani Domínguez pensó "me voy a morir", en el momento en que dos sujetos que caminaban frente a ella, la empujaron y le quitaron su mochila y celular en una de las ciclopistas, y ella yacía tirada sobre la acera, en la noche.
Fue un octubre del año pasado cuando tuvo que enfrentar esta situación, misma que le ha provocado, desde entonces, insomnio y miedo de caminar por las noches.
"Fue una experiencia traumática, de pánico y hoy no puedo dormir bien, me da inseguridad cuando voy a la escuela, pero sé que no puedo vivir así, por lo que decidí venir a este taller".
"Recuerdo ese momento, la oscuridad, los dos hombres y yo tirada en el piso, pensé que iba a morir", expresa Doriani, mientras se limpia las lágrimas.
La tarde del viernes, el lobby de la Sala de Pleno se convirtió en el imán que atrajo a más de 40 mujeres, niños y niñas, quienes de forma lúdica y sencilla, aprendieron técnicas básicas de autodefensa, por parte del maestro Fabricio Arce Jardines.
"De pie, sentados, parados, hincados, noca arriba, boca abajo", instrucciones que recibían las alumnas, mismas que en principio, no lograban seguir.
"Deben actuar de forma rápida, porque en un momento así, deben ser rápidas, porque de eso depende su vida", expresó Arce Jardines.
Así que, una y otra vez lo intentaban, observaban los movimientos del instructor y sus alumnos, y desde una sombrilla hasta los zapatos, "pueden ser la herramienta perfecta para defenderse".
"En cuanto te sujeten por detrás, te colocas en cuclillas al mismo tiempo que abres los brazos, estarás libre y en ese momento debes salir corriendo".
"Tírense al duelo y griten, griten muy fuerte y eso hará alejar a la persona que les quiere hacer daño, pero griten", solicitaba Arce Jardines durante la hora y media que tuvo de duración este taller, que fue promovido por la diputada Roxana Montealegre.
"Este taller no tuvo un costo para las mujeres que asistieron, porque queremos que el dinero sea motivo para que no puedan defenderse, y queremos realizarlo de forma mensual con el fin de que las mujeres, que en su mayoría son estudiantes, trabajadoras o amas de casa, tengan las herramientas para defenderse", expresó Montealegre.
Durante el ejercicio, las participantes tenían pena gritar, "deben hacerlo, con fuerza y considero que les cuesta trabajo porque siempre han recibido órdenes y es un momento importante que deben liberarse, de imponerse y de hacer valer su persona ante cualquier agresión", expresó Arce Jardines.
Entre movimientos básicos, risas y reflexión, las casi 50 mujeres salieron cansadas, pero sonriendo, "porque sé qué hacer si me encuentro en una situación difícil", expresó una de las alumnas, que también fue víctima de robo en los tres meses recientes en Pachuca.
"La delincuencia siempre está presente, uno tiene que prepararse y yo sé que esta es una herramienta para nosotras, para nuestras hijas, sobrinas y amigas, porque hoy tenemos que defendernos más que nunca", insistió otra de ellas.
"Saber que puedo defenderme o cómo debo actuar para salir de cualquier situación que me ponga en riesgo me hará sentir más segura y claro que volveré a los talleres y a clases con el maestro, porque quiero vivir en paz y dormir tranquila", concluyó Domínguez.