Del tatuaje a la nobleza del barro

Tatuador por más de una década, Martínez decidió incursionar en la cerámica desde hace un año y medio; compagina su experiencia en la elaboración de lienzos en brazos y piernas con la creación de jarrones y tazas

Realiza sus trabajos en el taller Tres Piedras, del maestro José Luis Torres. fotos: Roberto Alanís
Roberto Carson
Monterrey /

Por poco más de diez años, Alejandro Alekz Martínez ha plasmado con tinta sus diseños en las pieles de personas en México y otros países de Latinoamérica, y desde hace año y medio, inspirado por icónicos artistas como Ed Hardy, entre otros, comenzó a experimentar la bondad de la cerámica.

Tal como se dice, el arte de la alfarería y el tatuaje serían polos opuestos, pero Alekz, a través de Kirin Ceramics, trabaja en la integración de su estilo como artista en lienzos como brazos, espaldas y también en manifestaciones utilitarias como en jarrones, tazas y hasta bongs.  

 

Una expresión nacida durante la pandemia

“Seguía a varios tatuadores que también trabajan con cerámica y durante la pandemia me llamó más la atención. Empecé a buscar y ya cuando comenzaron a reabrir los talleres llegué a un local que me habían recomendado: Tres Piedras”. 

Al principio, describió Martínez, su acercamiento en este ámbito fue el de contactar a personas que vendieran sus piezas, pero poco a poco fue adentrándose al oficio como productor. Luego de un tiempo en una escuela del centro de Monterrey, llegó a Tres Piedras, un taller de alfarería que cuenta con más de 45 años de historia.   

“La cerámica es algo bien noble, te permite hacer escultura, algo utilitario, como vasos, ollas, hasta murales, es una gama bien amplia por hacer. A diferencia que el tatuaje es más ornamental”.

Las oportunidades en este taller fueron más amplias, ya que ahí fabrican la arcilla, pigmentos y enseñan a manejar el torno para la creación de piezas. 

“Fue algo que comencé desde cero en la pandemia, yo solo quería pintar, pero me llamó la atención tomar la arcilla y darle forma. Sabía que tenía que meterme al torno para entenderle y elaborar algo con mayor preparación. Es algo que requiere tiempo y paciencia”, comentó el tatuador y ceramista.

 

Arte en dos casas

Como tatuador, el hogar de Alekz se llama Tintas de Acero, espacio fundado por el tatuador Lucio Ramírez, y como ceramista, su casa se llama Tres Piedras, del maestro José Luis Torres.

En ambos lugares, Martínez invierte varias horas a la semana en perfeccionar su arte a través de las distintas naturalezas de lienzos, que posteriormente brincan del sentido puramente ornamental hacia una mayor comunicación artística.   

Anteriormente, Martínez participó en una exposición sobre el Día de Muertos y ahora trabaja en piezas que estarán en una próxima muestra. 

Así como su estilo, el cual se podría dividir en tres: pintura, tatuaje y cerámica, el nombre de su sello en cerámica, Kirin, engloba tres elementos en una misma criatura del Japón ancestral, un dragón lleno de escamas, cola de caballo y cuernos de ciervo.

Las piezas del creador Alejandro Alekz Martínez muestran esta unión de mitologías, como algunas piezas artísticas que tiene, que narran una historia del imaginario prehispánico con lazos hacia la cosmogonía oriental de antaño. 

“En mi arte trato de meterme a algo más plástico, utilizando la misma línea del tatuaje, pero trato de hacer que no se note tanto que un tatuador lo hizo. La cerámica te hace ver más cosas, ahora retomé la pintura y eso me ayuda”, concluyó el artista del tatuaje y la cerámica.


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