Expresiones constantes como “Listo amor” u “Oki mamacita”, además de referencias como “Buenos días berrinchuda. Sabes que te quiero y que tienes TODA mi confianza” que incluían contacto personal no consentido por una trabajadora del Hospital Pediátrico de León llevaron a que la víctima no solo acudiera a la Procuraduría de los Derechos Humanos sino también ante la Fiscalía General del Estado a presentar una denuncia penal en contra del director Raúl Rojas Hernández.
Lo anterior se desprende de la recomendación emitida por el organismo defensor de los derechos humanos en el que se expone el detalle de la indagatoria que llevó a emitir la resolución a la Secretaría de Salud del Estado de Guanajuato.
“Es importante resaltar que la quejosa, como se ha señalado anteriormente, interpuso una denuncia por hostigamiento sexual en la Unidad de Atención Integral a las Mujeres de la Fiscalía General de Justicia, Región A, en contra del mismo funcionario público señalado como responsable en este expediente doctor Raúl Rojas Hernández, motivo por el cual se inició una carpeta de investigación de la cual obran las copias autenticadas remitidas por la Agente del Ministerio Público de la Unidad de Atención Integral a las Mujeres, Fiscalía General de Justicia Región 'A', mediante oficios (tomo III, fojas 1034 a 1133 y 1167 a 1221, respectivamente), sin que conste la conclusión de dicha etapa de investigación”.
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En el documento se describe en testimonios el comportamiento del médico hacia sus compañeras:
“El doctor Rojas propiciaba el contacto físico con las mujeres, a la afectada en dos ocasiones llegó por atrás para espantarla pero además le tocaba las costillas hasta que en la segunda vez, ella molesta aventó la pluma al escritorio y le dijo que le molestaba que le hiciera eso, que no le agradaba que la tocara; ambas veces ella estaba sentada trabajando en su computadora”
La Procuraduría, luego de una extensa investigación, acreditó una conducta de violencia en contra de la quejosa, a través del uso de lenguaje sexual inapropiado, y de acciones de carácter físico, lo que se consideró y se traduce en hostigamiento sexual.
También se desprenden algunos comentarios a favor de Rojas Hernández como el de una trabajadora que comentó en su testimonio que:
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“Hablando específicamente del trato hacia las mujeres, el Dr. Rojas suele dirigirse a nosotras como “mami”, “amor” o “princesa”; sin embargo, no considero que lo haga con intenciones de acoso sexual, sino más bien como una característica de su trato. Del mismo modo tiene una manera efusiva de saludar, que pudiera prestarse a otras interpretaciones dependiendo de cada criterio”.
Sin embargo, para el ombudsperson, no obstante que algunas personas que laboran en el hospital señalaron en sus declaraciones que no les molestaba ni les incomodaba que el director se dirigiera a ellas de esa forma, era obvio es el comportamiento inadecuado ya se había normalizado.
De manera adicional hay testimonios en el expediente de los que se desprende un cambio repentino en la relación entre el director y la quejosa a partir del momento en que ella inició una relación sentimental con un compañero del mismo hospital:
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Ante ello la Prodeg emitió la recomendación al considerar que existían elementos suficientes para probar el hostigamiento sexual y laboral hacia la quejosa