Irregularidades en panteón del municipio de Guadalajara

Los vigilantes se ven imposibilitados para dar cobertura a las 52 hectáreas, dado que por ahora, existe únicamente un vigilante por turno.

Existen muchas irregularidades en el panteón de Guadalajara. (Franco González)
El panteón de Guadalajara se encuentra en mal estado. (Franco González)
Panteón de Guadalajaraes usado como basura por los visitantes. (Franco González)
Panteón de Guadalajara es utilizado por los visitantes para dejar sus desechos. (Franco González)
Franco González
Guadalajara /

Inseguridad, falta de personal, unidades en mal estado, falta de uniformes e insuficiente herramienta, son parte del desorden que viven los trabajadores del Panteón Municipal de Guadalajara, quienes se ven obligados a “partirse en dos o hasta en tres” para poder dar atención a todas las tareas que se desarrollan dentro del lugar y que consisten en dar mantenimiento a las diversas áreas, a la poda de árboles, labores de vigilancia, recolección de basura y a realizar exhumaciones e inhumaciones.

Dentro del recinto, el robo de metales se ha vuelto una constante; desde ornamentas y hasta puertas, son sustraídas por algunos individuos que reinciden, debido a que los vigilantes se ven imposibilitados para dar cobertura a las 52 hectáreas, dado que por ahora, existe únicamente un vigilante por turno y a que cuando logran detener a los causantes y dar aviso a las autoridades, estas responden “no nos los podemos llevar” situación que no ocurría cuando la vigilancia estaba a cargo de elementos de la Academia de la Policía de Guadalajara, que con ayuda de perros, hacían recorridos de vigilancia, dentro y fuera del lugar.

A todo esto, viene a sumarse el hecho de que el cementerio, se ha convertido en un “vertedero” ya que como ellos mencionan, por lo menos un par de veces, personal del área de Aseo Público, y de forma regular algunos visitantes, aprovechan para dejar ahí desperdicios de todo tipo; cascajo, llantas, envases de bebidas alcohólicas y muebles entre otros desechos, con total libertad.

Acusan también, que por parte de los trabajadores afiliados a la CTM se lleva a cabo la fabricación de losetas para su venta dentro del panteón, con permiso de la Administración y bajo sospecha de que existe “moche” para poder realizar esta actividad, seguido de un tema de compraventa de propiedades al interior del campo santo, aprovechando que sus funciones se enfocan en trabajos de albañilería y construcción de gavetas.

A esta crisis, se aúna la falta de mantenimiento a las unidades destinadas al traslado de los deshechos que se acumulan en el lugar, manifestando que únicamente una de ellas está en funcionamiento y la otra apenas camina cuando ellos mismos le hacen alguna reparación improvisando “hasta con alambres” y teniendo qué utilizar una máquina excavadora para empujarla; las demás están fuera de servicio y responsabilizan al Ayuntamiento de Guadalajara de no querer invertir en reparación, mantenimiento y adquisición de nuevas unidades agregando, que el último camión de volteo, se les entregó en 1991 y las camionetas de 3 toneladas que usan hoy en día, son insuficientes.

Trabajar horas extras a causa de no contar con el personal suficiente, se ha vuelto una constante para quienes laboran en el Panteón de Guadalajara, teniendo que “entrarle” a todo tipo de tareas, exponiendo su integridad y arriesgándose a lesiones, agregando el temor que viven día a día de recibir represalias o castigos por exponer sus inconformidades y demandas, que son evidentes y que cualquier persona que acuda a visitar el cementerio podría advertir a su paso.

Anteriormente, el personal que realizaba tareas en el cementerio municipal, constaba de alrededor de 50 trabajadores que conformaban cuadrillas de limpieza por secciones, choferes y cuadrillas de sepultureros, que con el paso del tiempo, fueron pensionándose o en algunos casos, falleciendo, dejando esas plazas vacantes. Se han detectado anomalías tanto en el trámite de la pensión como en la entrega de plazas, en donde los trabajadores eventuales no fueron tomados en cuenta a pesar de llevar más de un año laborando, y como ellos comentan, a unos “les dan largas” esperando que desistan y a otros, el Sindicato Mayoritario, les entrega dichas plazas sin emitir una convocatoria y sin respetar el escalafón.

JMH

LAS MÁS VISTAS