Un grupo de trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que debido al aumento de casos por la variante ómicron durante las primeras semanas de enero, se registró una sobredemanda en la atención al grado de que familias completas se valieron de la violencia física para meterse a las unidades aun cuando los médicos y enfermeras están saturados y no se dan abasto.
MILENIO hizo un recorrido por diferentes Módulos de Atención Respiratoria del Seguro Social (MARSS), donde personal explicó que a pesar de que la gente se sabe positiva con covid-19 no respeta los filtros e ingresa por la fuerza, lastimando al personal de Seguridad Privada cuya encomienda esencial es resguardar el inmueble.
En la Unidad Médica Familiar 46, ubicada sobre Calzada de Tlalpan, la gente dio el “portazo” hace poco más de 15 días.
“Entró usando violencia física y verbal; en esa ocasión entraron más de 20 usuarios al mismo tiempo, sobrellenaron la sala. Hubo forcejeo con el personal de seguridad, de hecho, uno de los trabajadores perdió sus lentes. Se abrió una investigación por daños", narran los empleados.
En esa ocasión, el personal de confianza tuvo que abandonar sus actividades para otorgarles la atención médica y efectuar los trámites que estaban exigiendo, a otros se les citó al siguiente día por tratarse de cuestiones administrativas.
En esa misma unidad médica han bloqueado el acceso de entrada y no dejan pasar a nadie hasta que se atienda a todos los integrantes de una familia, sean o no derechohabientes del IMSS.
“Nos abordan en la calle, nos graban, sin ninguna protección van a exigir todo tipo de trámites en la dirección general. No respetan los filtros y ponen en riesgo a los pacientes de atención regular y los mismos trabajadores”, dijo un trabajador que ha estado en las tres olas anteriores.
En comparación a las tres olas pasadas, en esa unidad médica familiar de primer nivel, desde enero la puerta exclusiva para sospechosos y confirmados con covid registra largas filas, tres veces mayor, de 150 y hasta 200 personas en un solo turno.
La gran diferencia es que “afortunadamente no presentan signos de gravedad como neumonías, insuficiencia respiratoria” tampoco decesos.
“Tenemos 6 médicos, tres en el turno de la mañana y tres en la tarde. Cada uno atiende un promedio de 40 a 50 personas, a pesar de que sus turnos son de 6 horas y media. Tenemos un déficit de dos médicos para cubrir la totalidad de atención. Ahora, el problema es que se están infectando y tratan culpabilizarlos de que se contagiaron en otro lugar. Recién el IMSS envió 13 enfermeras, lo cual va disminuir la carga. Sería importante que volvieran a activar el turno nocturno y el acumulado”, aclaró uno de los entrevistados.
En el Hospital General de Zona (HGZ) 32 "Dr. Mario Madrazo Navarro" y en el Hospital General de Zona 1-A Los venados, el grado de contagiosidad de la plata laboral supera el 10 por ciento y, de igual manera, existe una sobresaturación en los módulos de atención por parte de pacientes que buscan desde atención médica, hasta efectuar trámites de diferente índole.
En el Hospital Infantil de México Federico Gómez, de la Secretaría de Salud, la semana pasada el 60 por ciento de las enfermeras estaban incapacitadas por estar contagiadas.
De acuerdo con una enfermera, el problema es que las personas no están respetando los filtros, con tal de acceder a las instalaciones, lo que ha derivado en la propagación del virus.
“Nos están contagiando por sus pánicos”, explicó un médico que ha estado al frente de la batalla contra la emergencia desde 2020.
scsa