A decir del párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón en Lerdo, Julio Carrillo Gaución, el alza de casos de suicidios en el estado de Durango va muy ligado al consumo de drogas como a la depresión, fenómenos que en su opinión tienen su origen en el desapego a los valores humanos y cristianos como a la familia.
“Yo creo que es en la familia donde debemos de apostarlo todo. Volver a que la familia sea esa escuela donde se eduquen los valores humanos y cristianos”, sentenció.
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Refirió que la realidad es que muchos padres han renunciado precisamente a ello, a ser padres, es decir, abandonan a los hijos en las estancias, en escuela, con los abuelos y les faciliten el celular para que se entretengan por horas mientras les dejen a ellos poder realizar alguna otra actividad e incluso divertirse fuera de los horarios del trabajo.
De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Durango, en lo que va del año se han reportado al menos unos 40 suicidios en la entidad, siendo el municipio de la capital con la mayor incidencia, seguido por Gómez Palacio y Lerdo.
En ese contexto, dijo que los padres no se han dado cuenta que el mal uso de las redes sociales influyen directamente para que los hijos se vayan haciendo una idea distorsionada de la realidad.
“Creen que la realidad es lo que ven, acostumbrados a ver cosas de violencia, maltrato, de muerte, sangre y desafortunadamente eso puede engendrar un sentimiento de cuando ellos tengan la oportunidad de tener un arma en sus manos ejercer esa experiencia”, dijo.
Carrillo Gaucín, quien en el pasado Viacrucis de Semana Santa hizo énfasis en llevar a la juventud un mensaje contra el suicidio, dijo el consumo de drogas y el alcoholismo es otro de los aspectos que influyen de manera muy fuerte en la desintegración familiar, por lo que insistió en apostar por la familia para que vuelva a convertirse en el centro y vínculo de unidad y formación en los hijos.
¿Se arraigó este fenómeno aún más con la pandemia?, se le preguntó.
“No. Yo creo que antes de la pandemia ya venía esto. Claro que la pandemia influyó en cuanto hubo ese encierro físico y eso profundizó que los hijos se metieran más en las redes sociales, donde los hijos lejos de salir a socializar se encerraron en sí mismos para que hoy veamos un ambiente de destrucción, desgaste y en todos los sentidos”.
Cuestionado respecto a la postura del estado para crear clínicas de salud mental, el sacerdote expuso que ciertamente es una necesidad urgente debido a que es una realidad tanto de Gómez Palacio como de Lerdo al haber muchas personas afectadas por las drogas, “muchos zombies” caminando por las calles, por lo que sería positivo el que exista un hospital psiquiátrico donde se atendiera a esas personas.
No obstante, Carrillo Gaucín reiteró que esa no es la solución absoluta, sino que esta debe ir en la formación de mejores seres humanos y cristianos en la familia.
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