Para Irene Hernández, pariente de Iván Olvera Escamilla, la mayoría de los que acudieron a tomar gasolina de la fuga de gasolina, que terminó en una tragedia cuando ésta se incendió, eran "inocentes", ya que no se dedicaban al robo de combustible, simplemente dijo, "aprovecharon la oportunidad".
Así lo expresan algunos familiares que permanecen a la espera de que sus heridos, que sufren quemaduras en más del 90 por ciento de su cuerpo, continúen con vida, como es el caso de la familia de Iván, un joven de 18 años, quien aún se debate entre la vida y la muerte.
"Hemos visto lo que se ha publicado en redes, lo que mucha gente dice y nos da coraje, porque la mayoría de los que estaban ahí no se dedican al robo de combustible, vieron la oportunidad y ya, pero son trabajadores".
"Muchos son inocentes porque los conocemos, ya sea porque son familiares o porque los conocíamos y sabíamos que no se dedicaban al huachicoleo, y pues la pregunta es ¿cómo fue que llegaron ahí?, y yo digo que el diablo los tentó", expresa tajante Irene Hernández, suegra de Iván y quien permanece desde el sábado en la sala de urgencias del Hospital General de Pachuca.
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Así como ella, familiares han dado su postura sobre la situación, como el caso de Yesenia Reyes, quien aseguró que "mi esposo era un hombre trabajador que vendía chicharrones preparados, sólo que vio la oportunidad de tener gasolina tras el desabasto que se vivió en el municipio, y él tenía que trabajar", pero ahora lo velan en su casa, allá en Tlahuelilpan.
Una oportunidad para Iván
Familiares y vecinos se encuentran en la sala de urgencias del nosocomio, "para darnos apoyo moral", el cual fue necesario ofrecerlo la madrugada de este lunes, ya que fallecieron dos jóvenes más en el Hospital General de Pachuca, quienes llegaron el viernes por la noche, desde el municipio de Tlahuelilpan, donde explotó la fuga de gasolina y provocó la muerte de de más de 80 personas y dejó también decenas de heridos.
Esta situación le dio un golpe de dolor a dos familias, pero se convirtió en una esperanza de vida para Iván, ya que ahora es parte de la lista de candidatos para viajar a Houston, en Estados Unidos, y recibir el tratamiento adecuado para su recuperación.
"Por desgracia se les murieron los dos jóvenes a las familias que también estaban aquí, y me dicen que mi hijo va bien y será a medio día cuando entre a platicar con el doctor que lo está atendiendo para ver la posibilidad de que se lo lleven a Estados Unidos".
"Se iba a ir desde ayer, por la muerte de los dos jóvenes en la madrugada, pero ahora hay que ver la posibilidad de que sea mi hijo quien reciba el tratamiento", expresó el señor Cenón Olvera Estrada, quien no pudo contener las lágrimas.
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La madre de Iván, Dolores Escanilla, visiblemente agotada y triste, señaló que ésta podría ser una oportunidad más para su hijo, quien está casado con una joven de 16 años de edad, Wendy Lozano, con quien procreó a una niña que hoy tiene un poco más de un año, y quien corre por los pasillos y no alcanza a entender la magnitud del problema.
"Es mi esposo y estoy preocupada más por mi nena, porque no deseo que se quede sin su papá", expresó Wendy, quien con su cuerpo frágil intentaba perseguir a la pequeña Guadalupe que caminaba por todo el lugar.
La madre de Iván aún no entiende qué es lo que pasó, por qué ahora su hijo se debate entre la vida y la muerte, pero ella misma se contesta.
"Mi hijo fue porque la avisaron que estaban regalando gasolina en Tlahuelilpan, pero que era en una pipa, pero no supo que era en la toma de la que se estaba tirando el producto".
"A mi hijo le han dado esperanza de vida, aunque sabemos que ya van tres veces que lo reaniman, y sabemos que él es fuerte. A él lo atendieron primero en el hospital de Actopan y de ahí lo trajeron para acá", expresó la mujer de cabello cano.
"Lo que quisiera decirle es que deseo que regrese a casa, que estemos juntos y que deseo volverlo a ver en el campo, viendo como recolecta el perejil y las lechugas, porque a eso se dedicaba mi hijo", concluyó Cenón, quien trató de cubrir el quebranto de su voz con el folder de documentos que llevaba de su hijo Iván.