Las mujeres representan menos del 30 por ciento de la matrícula mundial en Ciencias Agropecuarias, Física, Computación e Ingeniería, y el 45 por ciento de los científicos en América Latina y el Caribe; además, se limita su ingreso a puestos altos de dirección, a pesar de que tienen las mismas capacidades y competencias que un hombre, tanto en el ámbito educativo como en el laboral.
Lilia Cedillo Ramírez, rectora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), destacó que persisten sesgos de género que merman la incursión de las mujeres en la ciencia a pesar de que no existe ninguna razón que justifiquen las desigualdades por motivos de género.
“Las investigaciones han probado que no existe alguna razón biológica que justifique que las mujeres no accedan y se desarrollen en cualquier ámbito del conocimiento. Se deben valorar más las competencias que el género”, destacó.
La rectora de la máxima casa de estudios del estado resaltó la importancia de revertir las desigualdades, lo cual contribuirá a mejorar la calidad, creatividad e incidencia de la ciencia en la construcción de sociedades más inclusivas, equitativas, solidarias y sostenibles.
Durante su conferencia “¿Por qué es importante motivar a las niñas hacia la investigación?”, impartida con motivo del 11 de febrero, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, Cedillo Ramírez llamó a evitar estereotipos de género en los entornos laborales ligados a la ciencia, los cuales afectan el desarrollo de las carreras de las mujeres, y por promover la solidaridad entre colegas.
Como parte de las actividades conmemorativas, la Dirección Institucional de Igualdad de Género (DIIGE) y el Círculo Infantil de la BUAP realizaron la mesa de diálogo: “¿Qué le preguntarías a la Rectora y a científicas BUAP?”, en la cual participaron, Lilia Cedillo Ramírez, rectora de la máxima casa de estudios del estado y las investigadoras María Eugenia Mendoza Álvarez, del Instituto de Física “Ingeniero Luis Rivera Terrazas”; María del Rosario Guadalupe Vega y Saenz de Miera, del Instituto de Fisiología; y María del Carmen García Aguilar, directora de la DIIGE; así como la directora del Círculo Infantil, Margarita Trujillo Landa.
Cedillo Ramírez explicó que las mujeres y las niñas tienen que darse la oportunidad de probar y definir las áreas que les gustan y, si es el caso la ciencia, deben eliminar los miedos para desarrollarse en dicho ámbito.
“No hay que tener temor a preguntar y a experimentar con los aparatos; ese es el primer paso. A lo mejor tendrán que hacer pausas en su carrera académica, quizá por cuidar a los hijos o a los padres, pero una vez que pasan esos periodos, los sueños no se borran: se retoman y con más fuerza”, explicó.
Al mismo tiempo, recordó los aportes de algunas investigadoras, como Rosalind Franklin en la estructura del DNA; Hedy Lamarr, coinventora, junto con George Antheil, de la primera versión del espectro ensanchado que permitiría las comunicaciones inalámbricas; Diane Fossey, quien dio su vida para ofrecer un lugar seguro para los gorilas; Ada Lovelace, pionera en la programación.
“Todas estas mujeres han sido nuestra motivación y aún tenemos mucho que contribuir en el ámbito científico”, explicó Cedillo Ramírez, quien invitó a las menores a sumarse a la ciencia.
AAC