Son 50 anexos que la Red de Centros de Rehabilitación Unidos del Bajío (CRUB) tiene detectados hasta el día de hoy como presuntos centros en riesgo ante la inseguridad y violencia que se vive en el estado, según lo dio a conocer Nicolás Pérez, presidente de la asociación.
Luego de múltiples ataques a diversos anexos del estado de Guanajuato, siendo el más reciente el registrado en el municipio de Celaya, la Red de Centros de Rehabilitación Unidos del Bajío ha hablado de la compleja situación que atraviesan estas instancias de apoyo a las personas con adicciones.
- Te recomendamos Se registra ataque armado en anexo irregular de Celaya; hay varios heridos Policía
De acuerdo con Nicolás Pérez, existen muchos centros que, al operar en la irregularidad, están propensos a experimentar violencia o ya lo han hecho; aunque, pese a ello, no son clausurados y meses después continúan en funcionamiento.
“No nomás ahí, hay algunos centros donde pueden llegar a hacer lo mismo, a atacarlos. Aquí la situación es que, el CRUB ha ido a los lugares donde tiene presencia y hemos solicitado operativos, pero hay algunos lugares donde dicen que no tienen la facultad 5:45 (…) por lo menos, las autoridades saben de los grupos que están haciendo cosas ilícitas; por lo menos saben de algunos que están en el corredor. Sin embargo, no sabemos por qué no toman cartas en el asunto (…) no hay un más o menos, pero habría al menos unos 50, solamente en el puro corredor”, dijo.
Hizo énfasis en lo complicado que es para los propios anexos operar de manera regular o ser reconocidos por instancias como la Secretaría de Salud, ya que para ello se pide que todos los pacientes se encuentren internados por voluntad propia, y son pocos los que, al reconocer su problema de adicciones, se muestran dispuestos a recibir atención.
“Nosotros, para empezar, tenemos que trabajar con gente que ella quiera estar, porque así lo marca la norma. Entonces, del 100 por ciento de las personas con las que nosotros trabajamos, 90 por ciento está en contra de su voluntad”
Por ello, dijo que se ha hecho un llamado a las autoridades para implementar medidas, más allá de los operativos, que además de proteger a las familias de las personas con adicciones, permitan que más centros de este tipo operen bajo regla, lo que disminuiría los hechos violentos reportados en los mismos.
Finalmente, también solicitaron prestar atención a las edades en las que comienza el consumo, ya que éstas comprenden desde los 12 a los 14 años; sin mencionar que tienen lugar al interior de los hogares.
MLMG