Conocida por ser uno de los elementos principales en las tradicionales ofrendas del Día de Muertos, la flor de cempasúchil esconde mucho más que un peculiar aroma y una intensa tonalidad, se trata de una especie con más de 3 mil años que se encuentra de forma silvestre o cultivada en varios estados de México.
Aquí te contamos algunas de las características y curiosidades que seguro no conocidas de esta emblemática flor.
El nombre de Cempasúchil viene del náhuatl cempōhualxōchitl que significa ‘flor de veinte pétalos’ (de cempohualli= veinte y Xochitl=flor), es una especie originaria de México y América Central y se ha convertido en un ícono mexicano.
La planta, puede medir hasta más de un metro de altura y sus botones alcanzan los cinco centímetros de diámetro, su color es intenso y va del naranja hasta el amarillo.
Es en el mes de julio cuando comienza la plantación pues a pesar de que la flor se reproduce fácilmente y durante todo el año, la demanda de ella es sólo a finales del mes de octubre y principios de noviembre.
Una vez plantada la semilla, el proceso de crecimiento puede parecer sencillo pero implica trabajo constante, se tienen que hacer recorridos diarios por los plantío para revisar el estado, crecimiento y color de las hojas con el fin de detectar deficiencias, cada cierto tiempo abonar el suelo, realizar fumigaciones para prevenir las plagas y llevar un estricto control de riegos.
Con el fin de mantener viva la tradición, en el municipio de Tlajomulco se encuentra el Rancho San Antonio en el cual año con año se plantan en un espacio de dos hectáreas hasta 300 millones de plantas de flor de Cempasúchil.
El Rancho tiene 25 años y 20 de sembrar Cempasúchil y Cordón de obispo, es un negocio completamente familiar y solo para realizar todo el trabajo de la flor de cempasúchil desde la siembra hasta la venta y distribución colaboran 30 personas.
Este rancho ubicado sobre la carretera Ocho de Julio en la localidad de San Sebastián el Grande, es el principal proveedor de esta tradicional flor de diversas florerías de la ciudad así como de algunos panteones como el panteón de Mezquitán.
Las parcelas se visten de color naranja para atraer a los compradores, y distribuidores que llevan consigo las flores a sus hogares o negocios para que como marca la tradición adornen sus altares u ofrendas del Día de Muertos.
MC