La leyenda de Ignacio Torres Altamirano o mejor conocido como el Niño ‘Nachito’ en el panteón de Belén, es una de las más icónicas para los tapatíos, que habla sobre un pequeño que temía a la oscuridad y sufrió un infarto al verse en la más profunda de las noches cuando se apagaron los quinqués de vela con los que dormía, tras una fuerte tormenta en 1882.
La gente decía que estaba embrujado y tenía una maldición, por lo cual para enterrarlo debían llevarle juguetes a su tumba para no atraer esa maldad y transmitírsela a tus hijos; desde ese entonces sigue esa tradición y su tumba siempre luce colorida o adornada, explicó Francisco Palacios Álvarez, encargado del Museo Panteón de Belén.
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“Por eso el hecho de qué la gente le traiga juguetes desde entonces, los juguetes nuevos que empiezan a llegar se dejan un transcurso de unos días para que no se maltraten demasiado y se los entregamos por ejemplo a donaciones como nariz roja, como albergues, el Hospital Civil; entonces se les regalan esos juguetes, incluso a los niños que vienen de aquí de fuera de cercanía de aquí a los barrios. Los que más se preservan por ejemplo son los que vemos con más resistencia a la exposición exterior y que aparte no dañen la estructura de la tumba estos son carritos que no se peguen, ósea tienen que consistir en varios detalles”, dijo Francisco Palacios Álvarez, encargado del museo panteón de Belén.
Aunque la leyenda se volvió mito y después empezó a hacerse un poco realidad cuando la gente se la comenzó a creer, la teoría o hipótesis de los historiadores es que se trataba de un pediatra que falleció y en honor a su labor, se le hace un monumento en forma de sarcófago para simular a los pequeños que atendía; de ahí la gente lo hace ya también como una parte de ofrenda para suplicarle algún favor, explicó el encargado.
“Entre la leyenda, la gente también que lo toma en cuenta como si fuera un santito, porque le vienen y le piden por niños, para qué le alivie niños; le traen juguetes, le traen dulces, entonces la gente pues tiene mucha fe en ese tipo de cosas y por eso no podemos romper con esos cultos”, comentó.
Hizo la invitación a la ciudadanía a que acuda a este museo del panteón de Belén para conocer toda su cultura, arquitectura e historias que guarda el lugar, recordando que durante todo el año cuentan con recorridos diurnos y nocturnos para recibirlos y no sólo esperarse a estas fechas por el Día de Muertos o Halloween.
JMH