Para Juan Antonio, ver a su abuela Antonia a través de una pantalla se ha convertido en el modo más efectivo y seguro de convivir con ella. A finales de febrero decidió suspender las visitas que le hacía, 15 días antes de que se confirmaran los primeros casos de coronavirus en Jalisco. Decidió adelantar las precauciones porque su abuelita de 80 años padece hipertensión, y contagiarse pondría en riesgo su vida, y esta será la misma manera de celebrarla en este día de los Abuelos.
—Hola, abuelita.—¿Cómo estás, hijo? Me agarraste sin peinar, oye.
—No se apure, usted se ve muy bonita así como esta, abuelita.
—¿Me pongo el cubreboca o así?
—Así está bien abuelita, platíqueme cómo ha estado.
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En casi seis meses ha ido a casa de su abuela sólo en tres ocasiones, para asegurarse de que no le falte nada. "Antes solíamos visitar a mis abuelos, cada semana, cada fin de semana, cada dos semanas pero desde que ocurrió esta situación he visto a mis abuelos en un período de seis meses tan sólo en tres ocasiones", contó.
En las tres visitas, ambos se han sentado en el patio, a cuatro metros de distancia uno del otro, portando cubrebocas y por no más de una hora. El rito de abrazar y besar en la mejilla a su abuela en cada encuentro ha quedado en el olvido.
"Mi abuelita es una mujer muy amable, muy cariñosa, estábamos acostumbrados a llegar y saludarla, darle un abrazo, un beso, ‘abuelita, ¿cómo ha estado?’, pero debido a la situación que vivimos hoy en día no podemos hacer esto como lo hacíamos antes y es triste porque de alguna forma quieres sentir ese afecto físico que te brinda tu familia", lamentó Juan Antonio.
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Sin embargo, la pandemia no ha mermado el amor y el cariño que siente por doña Antonia, ni la comunicación entre ellos. A través de las videollamadas Antonio le cuenta sus aventuras, planes y sentimientos.
—Aquí sobrellevando la pandemia, ya casi entramos a la escuela, en unas semanas más. La extrañamos abuelita.
Aunque estos meses han parecido eternos, Juan Antonio tiene fe en que volverá a estrechar entre sus brazos a su abuela como lo hacía antes; sólo una vacuna se interpone entre su deseo, pero mientras tanto, la tecnología será la herramienta para escucharla y verla a todo color.
MC