En Puebla, estudios marcan que las mujeres se encuentran a la cabeza sobre el mayor consumo de tabaco. Patologías como el estrés, depresión y ansiedad, así como los estados sociales de convivencia, son los factores que llevan al consumo del cigarro. No obstante, cáncer de pulmón, laringitis, bronquitis, acidez estomacal y problemas cardiovasculares, como la arteriosclerosis, son las enfermedades que más registran los fumadores, reveló Édgar Mariano Palacios Affif, subdirector de la Clínica 2 del Issstep.
El médico comentó que, de acuerdo con las estimaciones, al inicio de la pandemia la población dejó de fumar por temor al contagio y se demostró que ello aumentó las posibilidades de exacerbar los síntomas y consecuencias provocados por el virus SARS-CoV-2; no obstante, actualmente se relajaron las medidas de prevención, lo que incluyó un incremento del consumo del tabaco.
Palacios Affif apuntó que métodos como el parche y las pastillas sublinguales son los tratamientos más empleados para frenar la adicción al tabaco: “El problema es el costo-beneficio. A veces la gente no puede comprar los parches, son caritos; o los procesos sublinguales. Aquí la única medida o método es la convicción de uno y, sobre todo, la necesidad de tener una buena calidad de vida. Básicamente el paciente es quien tiene que tomar la decisión con muchas agallas para poder dejar el cigarro”.
Desde 1987 se conmemora a nivel global el 31 de mayo el Día Mundial sin Tabaco, a iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de informar y concienciar a las personas sobre los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco y de la exposición pasiva al humo de esta sustancia.
Ante ello, el especialista dijo que está demostrado que la dependencia al cigarro se presenta más en las mujeres, muchas de ellas impulsadas por factores sociales que por un verdadero deseo o convicción de fumar.
“El hombre lo usa más, creo, por el estrés laboral. La mujer es la que fuma más. Se han hecho estudios en los que salen que las mujeres incluso embarazadas, a pesar de que tienen prohibido fumar, porque puede provocar un problema en el embarazo, fuman. Puede ser por la ansiedad o (preocupadas) de que van a quedar gorditas o van a tener estrías empiezan a fumar. (Las estadísticas) Se inclinan más en las mujeres que en los hombres, el fumar”.
En ese sentido, comentó que se puede hablar de dependencia a partir del consumo de seis cigarrillos al día, “de una dependencia al tabaquismo crónica y ya sería un fumador activo”.
Mencionó que aunque una persona abandone esta adicción, los daños en su salud se mantendrán: “Desafortunadamente, las células, ya sean las epiteliales en cuestión del esófago, ya no se van a regenerar. Eso puede provocar una gastritis o una ulcera. Desgraciadamente el tejido ya no se regenera y lo que puede producir después es una úlcera y a nivel pulmonar ¿Qué pasa? Es otra afectación grave e igual el tejido pulmonar se va afectando y ya no hay una regeneración”.
AFM