Este viernes la Diócesis de Tampico estuvo de fiesta. Los jóvenes Jesús Enrique y Juan Ignacio vieron el fruto de sus estudios y se convirtieron en sacerdotes.
Armando Álvarez Cano, Obispo de Tampico, encabezó la ordenación presbiteral, en la que agradeció a los jóvenes de la región: “muchas gracias por entregar su vida a Dios".
Es momento de felicidad, porque no es tan fácil que nuevos sacerdotes surjan cada año, ya que hay detalles con las vocaciones sacerdotales y la iglesia lo sabe.
Hoy son 100 sacerdotes que vienen a dar un respiro a las necesidades de la Diócesis, luego de dos duros años en dónde fallecieron 14 debido al coronavirus.
VLSS