Investigadores de diversas universidades del país discutieron el panorama de problemas, ausencias y falta de acceso que se enfrentan cuando buscan dar a conocer y revelar sus artículos o trabajos en publicaciones o revistas.
Como parte del XXIX Encuentro Nacional AMIC 2018, los investigadores abordaron la “Producción y circulación del conocimiento en comunicación” en el salón polivalente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Los doctores Rosario Rogel, por la Universidad Autónoma del Estado de México; Raúl Fuentes Navarro, del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores del Occidente, y Jerónimo Repoll, de la Universidad Autónoma de Metropolitana campus Xochimilco y de la Editorial Tintable, abordaron la problemática que se enfrentan al publicar sus investigaciones en América Latina.
Rogel indicó que se tiene poca presencia en las bases de datos de publicaciones con respecto al área de comunicación, con un menor desempeño que el de otras enfocadas a las ciencias sociales.
“Es decir, no se corresponde con la capacidad de investigación y con la emergencia de estudios de posgrado; a mí eso me llama mucho la atención, hay muchos estudios de posgrado, surgen un montón de licenciaturas.
“Pero eso no tiene cabida por el lado de desarrollo medios de comunicación, de dónde publicar eso que se está generando”, lamentó.
La investigadora se dijo escandalizada por el hecho de que el 92 por ciento de las revistas de comunicación son de acceso con restricción en América Latina.
“Éste es un dato que me escandalizó porque es uno de los datos más altos, en otras disciplinas científicas se encuentran uno mucho más revistas de acceso abierto, y acá no ha sucedido entre la comunidad de comunicólogos que no han hecho mucho por pugnar porque los resultados de sus investigaciones que se publican en este tipo de revistas estén en acceso abierto.
“Son seis revistas de acceso abierto que cobran por publicar, si bien son de acceso abierto, cobran por publicar, es una condición muy peculiar que no sucede en otras disciplinas que tienen un mayor número de revistas en acceso abierto“, cuestionó la investigadora.