Un hogar se construye con amor, y es así como Don Juan José López de oficio albañil, año tras año, ha ido juntando dinero y materiales para ir fincando su casa.
"Mi papá es muy sencillo, pero jamás nos ha dejado caer, siempre un huevo , una tortilla, un abrazo...", afirmó su hija Lupita López
Se alcanzan a ver los castillos, aún no ha habido dinero para el colado… y el resanado, el techo, el piso, las ventanas , las puertas y muebles, todo tendrá que esperar, pero pese a estas carencias su casa está llena de vida, pues sus 4 hijos, 3 hombres y una mujer le han dado la alegría de dos nietos.
"Mis hijos desde chiquitos andan conmigo en la obra, me da mucha tristeza la pobreza y a veces no tener dinero para comer bien, pero estamos todos juntos", señaló.
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Las lágrimas de recuerdos son inevitables para Don José, mientras un aroma exquisito de chiles toreados y huevo a frito se prepara en una pequeña parrilla, sostenida con un banco, inunda la improvisada cocina.
"Somos albañiles, ahorita la obra esta parada, pero mis hijos son maravillosos, son bien educados, no dicen maldiciones, son tranquilos, los enseñé a trabajar y ser buenas personas", resaltó Don José.
Sin gran festejo, pero lleno de momentos en compañía, Don Juan José López, pasará este día del Padre.