Su vida ha sido una montaña rusa de desafíos, experiencias y emociones. Es así como Lourdes Rosales, a sus 60 años, venció el cáncer y tres años después nos comparte su historia de sobrevivencia.
“Mi proceso empezó en el 2015. Recibí quimioterapias, radioterapias, mi cirugía y, bendito Dios, me dieron de alta”.
- Te recomendamos "El 90% de los casos de cáncer de mamá son curables si se detectan a tiempo": cirujano mastólogo Comunidad
El diagnóstico tuvo un impacto significativo en la vida de la señora Lulú; a pesar de ello demostró una resiliencia admirable con una actitud positiva.
“Recuerdo que le dije a mi esposo, y esas fueron las primeras y últimas lágrimas que me salieron durante todo mi proceso de cáncer. Y cuando le dije a mi familia, lo dije sin llanto, lo dije con una sonrisa, para que ellos también me apoyaran de la misma manera, con una sonrisa”.
Su historia nos recuerda la fragilidad humana y la valentía que se requiere para enfrentar lo desconocido.
“Era la primera vez que iba a entrar a cirugía de anestesia general. No sabía si iba a salir, si el corazón lo iba a soportar… saber de que, a lo mejor, no salía de la operación”.
Después de un largo tratamiento, fue en noviembre del 2021 cuando tocó la campana de la victoria, para poner fin a esa batalla.
“Mucha satisfacción, y no nada más para mí, sino para mi hija; mi cuidadora, para mi familia, para que se dejara de preocupar y que ya había salido avante con la bendición de Dios”.
Destacó la importancia de no estar sola en la enfermedad, asimismo compartió unas palabras de aliento para ayudar a otras mujeres que están pasando por esto.
“Que se acompañen siempre de una amiga, de un familiar, que tengan siempre red de apoyo... Siempre estén rodeadas de gente que les va a sumar”.