A 14 mil kilómetros de distancia del zoológico de Chapultepec en la Ciudad de México, donde vive la longeva Xin Xin, se encuentra el santuario de los pandas, considerados un tesoro nacional para China.
La reserva se ubica en Dujiangyan, provincia de Sichuan, una zona montañosa del oeste chino donde el clima es ideal para los más de 400 osos que viven en cautiverio y bajo estricta vigilancia.
Solo en tres provincias de este país hay santuarios de estos peculiares animales de color negro y blanco, poseedores de unas muy características ojeras: Gansú, Shanxi y Sichuan, aunque en esta última vive el 60 por ciento de todos los pandas que habitan en China.
Se estima que hay alrededor de mil 800 pandas salvajes en este país, que presume al mundo a estos peculiares y perezosos animales que llegan a dormir hasta 11 horas después de comer hasta 50 kilos de bambú diariamente.
México es el único país de Latinoamérica que cuenta con un oso gigante. Xin Xin, es la única panda que vive fuera de su hábitat natural. Ella nació en zoológico de Chapultepec hace 33 años, gracias a la reproducción asistida.
Xin Xin, cuyo nombre significa “Esperanza”, nació el 1 de julio de 1990 y sus padres fueron la famosa hembra Tohui y el macho Chia Chia procedente del Zoológico de Londres, que en su momento era el único panda gigante en Reino Unido y que viajó a México a través de un préstamo, a través del cual se logró su reproducción exitosa.
En el Centro de Conservación y Protección del panda gigante en Dujiangyan, habitan cerca de 40 pandas, familiares de la mexicana Xin Xin. Cada uno de sus movimientos durante las 13 horas que permanecen despiertos, alimentándose de bambú, son observados por los 10 mil turistas que diariamente acuden a verlos, así como los millones que a través de internet pueden seguir de cerca su vida en cautiverio y que han logrado récords de vistas en línea, particularmente en época de reproducción o nacimiento de algún nuevo panda.
Este mamífero herbívoro (que no solo come kilos de bambú, sino también una proteína que los especialistas a cargo se su cuidado les preparan) están presentes en los zoológicos de las ciudades de China, pero significativamente en sus santuarios como el Centro de Conservación y Protección de Panda, explicó Yu Xie, traductora y profesora de español, durante recorrido por la reserva.
México es uno de los países a los que China ha regalado estos peculiares animales, y la capital del país cumple con las necesidades de su hábitat: un ambiente fresco, rodeado de árboles y vegetación que le permitan sombras en ocasiones, además de un pasto moderado. Las altas temperaturas no les favorecen y pueden ser ahuyentados por el calor ante la cantidad de pelo que poseen.
El periodo de vida de estos tiernos mamíferos dependerá si son salvajes o están en cautiverio; los primeros pueden vivir de 18 a 20 años y los segundos duran de 25 a 30 años. En el mundo hay más de 700 pandas en cautiverio y unos mil 864 salvajes.
El panda más longevo vivió 38 años y actualmente, en la reserva de Dujiangyan, existe una panda llamada Bai Yum (nube blanca) de 33 años, la más vieja en esta reserva.
Dentro del Centro de Conservación y Protección de Panda Gigante Chino tienen que existir otras especies de animales para garantizar la supervivencia de los osos pandas.
Por ejemplo, en toda la extensión de este bosque hay aproximadamente 20 pandas rojos que se alimentan de aves y sus huevos, estos salen de noche a cazar y su presencia en vital para los pandas.
En la reserva también existe el denominado Jardín de Pan Pan, en homenaje a un panda que fue rescatado en 1958 con dos meses de vida y herido. Murió en 2016 y es considerado un héroe porque su descendencia forma la cuarta parte de los pandas en cautiverio.
Los machos pueden reproducirse a la edad de seis años y las hembras a los cinco, un año más temprano. Duran 70 días de embarazo y un total de 200 en el proceso de embarazo y parto. Una vez nacen pueden convivir con la cría hasta los dos o tres años, luego son separados para evitar enfrentamientos. En esta reserva hay un promedio de 10 nacimientos al año.
Estos tiernos animales se reproducen a través de la crianza artificial, proceso que inicia desde la selección de la pareja, el cortejo, apareamiento, cuidados durante la gestación, el parto y alimentación del bebé panda que al nacer mide 18 centímetros y pesa unos 100 gramos, por lo que se dan casos donde, pese a los cuidados, la madre termina por aplastarlo.
También se logra la reproducción a través de inseminación artificial. En los pandas es muy complicada y difícil, pues el feto nada en el útero durante 45 días a cinco meses, antes de adherirse a la pared y confirmarse el embarazo. Se ha dado el caso de embarazos fantasmas, aunque en ocasiones es una estrategia de las hembras para recibir más comida.
Las pandas solo son fértiles entre 24 y 36 horas en un año, por lo que su supervisión permanente facilita su reproducción y la aumenta las posibilidades de no extinción.
EHR