El acoso escolar no es un juego, es una problemática que, en lo que va de este año, se ha incrementado según los reportes del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, los cuales crecieron 347 por ciento en el periodo enero-febrero de 2023, en comparación con el mismo lapso de 2022 a nivel nacional.
El Consejo tiene una línea de atención telefónica y Whats App mediante la cual recibe denuncias sobre bullying provenientes de todo el país. En el primer bimestre de 2022 recibió 17 reportes, mientras que en el mismo periodo de este año fueron 76.
“Si observamos el promedio bimestral comparando enero-febrero de este año, con respecto a enero-febrero del año pasado tenemos un aumento de 347 por ciento. Siendo el primer bimestre de alrededor de siete casos y cuatro veces superior en lo que va de este bimestre”, explicó Salvador Guerrero Chiprés, presidente del Consejo ciudadano para la seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
No sólo se trata de una cuestión de estadísticas, la percepción sobre esta problemática se ha hecho más palpable por la más reciente tragedia ocurrida en una escuela secundaria de San Juan Teotihuacán, en la que falleció Norma Lizbeth, una estudiante de 14 años, a consecuencia de golpes propinados por una compañera.
En redes sociales se viralizaron imágenes del momento en que dos niñas de la secundaria 518 Anexa a la Normal de Teotihuacán Los Jaguares peleaban en un baldío cercano y una golpea a la otra con una roca, mientras que los compañeros graban la escena con celular y azuzan el trágico encuentro.
Ahora, los estudiantes viven la violencia escolar de manera potenciada a través de las herramientas tecnológicas y las redes sociales.
“Lo que observo es una viralización y visibilización mucho mayor de la violencia, porque la violencia ya existía. Lo que no existía eran los teléfonos inteligentes y esta rarísima intención de tratar de posicionarse a uno mismo compartiendo contenidos controversiales, como son la disputa entre dos niñas o dos adolescentes en vez de compartir contenidos donde alguien interrumpa la violencia, detiene la pelea, así que hay un fenómeno cultural que está relacionado con las nuevas tecnologías”, explicó Guerrero Chiprés.
El consejo concentra 664 reportes de bullying desde 2019 a la fecha. El 76 por ciento corresponde a la Ciudad de México debido a que trabajan de manera más directa en la capital; aun así, reciben llamadas de todo el país, lo que arroja que el 23 por ciento provenga del Estado de México, Veracruz, Coahuila, Guanajuato y Sinaloa.
El 54 por ciento de los reportes corresponde a conflictos en niños de entre 12 y 15 años; 20 por ciento, de siete a 11 años; y 10 por ciento, 16 a 17 años; mientras que el 53 por ciento corresponde a niñas y 46, niños.
Además, reveló que el 60 por ciento de los reportes son realizados por padres de familia, el 26 por estudiantes, el ocho por ciento por algún familiar y el cuatro por ciento por docentes.
La violencia que se denuncia es 31 por ciento física, 23 por ciento verbal, 16 por ciento psicológica, 11 por ciento cibernética, 11 por ciento sexual y siete por ciento exclusión social.
“El bullying es un síntoma de un conjunto de violencias que están ocurriendo en el entorno inmediato del adolescente, del niño o de la niña, si en su casa ella ve violencia, no puede hacer nada al respecto, y la percibe en el trayecto a la escuela o la percibe también en la escuela y ve que no puede hacer nada, eventualmente esa carga de violencia puede ser depositada en ella y puede ser proyectada hacia otra persona”, advirtió Guerrero.
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El acoso escolar es una problemática que requiere de la atención de toda la comunidad educativa, desde las más altas autoridades, hasta el salón de clases y las casas.
“Este asunto del bullying inicia en casa, creo que todos los niños que bullean, que molestan a los demás es porque traen algo de casa, a lo mejor no les hacen caso y yo creo que empieza en casa, se convierte en un problema de las autoridades educativas y es en la escuela donde suceden este tipo de situaciones, son quienes deben poner un alto”, expuso Angélica Hernández, madre de familia que ha participado en talleres contra el abuso escolar.
Asimismo, hay maneras de identificar si un menor es bulleado, ya que puede presentar bajo rendimiento escolar, depresión, baja autoestima e incluso ideas suicidas, por ello la urgencia de atender el tema.
LP