Héroes de cuatro patas que junto al Ejército combaten al crimen organizado

Son entrenados desde cachorros para especializarlos en la detección de explosivos, drogas y búsqueda de personas.

Se eligen principalmente de la razas pastor belga y alemán malinois. (Fotos: Alejandra Gudiño)
Alejandra Gudiño
Tecámac /

Integrantes del batallón de servicios especiales de la Policía Militar de la 37 Zona del Ejército Mexicano entrenan a perros desde cachorros, principalmente de la razas pastor belga y alemán malinois, como apoyo para el combate a la delincuencia organizada al especializarlos en la detección de explosivos, enervantes y búsqueda de personas que son víctimas de algún desastre natural o siniestros.

"Cada binomio canino se especializa en alguna de la detecciones, ya que no todos los canes entrenados pueden detectar la presencia de drogas o explosivos en algún sitio; algunos únicamente son adiestrados para una de estas actividades, de acuerdo con su temperamento y aptitudes", dijo la soldado Diana Lucero Ramos Pérez, una de las entrenadoras.

“Recodo”, un perro de la raza pastor alemán, es el especialista en la detección de explosivos, por lo cual ha ganado reconocimientos de las autoridades y junto con su entrenador, Carlos Daniel Vega Vázquez, es feliz cuando después de realizar su trabajo de detección recibe un premio, que es una caricia de su compañero, un festejo por su logro y la entrega de un juguete de plástico color naranja que mordisquea.

Junto a “Recodo” también se encuentran “Barrio” y “Quimero", que también demuestran su destreza e inteligencia al realizar el entrenamiento de salto de obstáculos en el campo de tierra y polvo, donde exhiben su agilidad al entrar con rapidez por un tubo de plástico, que se asemeja a una tubería de drenaje.

La edad de los perros es de seis a ochos años; “Quimero”, está cerca de jubilarse y cuando llegue el día se quedará en las instalaciones de la Base Aérea Santa Lucía en el asilo que hay para estos ejemplares, que son héroes al lado de sus entrenadores.


La soldado Diana Lucero Ramos explicó que el amor que existe en un binomio canino es mucho; “convivimos con nuestro perro todo el día, ellos son nuestros compañeros inseparables. Estamos al pendiente de su salud, de su estado de ánimo, sabemos si se siente mal o está enfermo; para los canes el entrenamiento es duro, por eso cuando lo hacen bien los premiamos con el juguete, para todo sea como un juego”.

Señaló que actualmente hay 27 perros en Santa Lucía, 11 hembras y 16 machos, cuyos nombres se determinan de acuerdo con la camada a la que pertenecen, porque la elección depende de las letras del abecedario y entonces todos se llamarán con un nombre que empiece con “r”, por ejemplo, “Recodo”.

Algunos se especializan en la detección de enervantes, por lo que desde muy cachorros se les empieza a familiarizar con los diferentes aromas de las drogas, que pueden distinguir en personas, casas, grandes extensiones de terreno o hasta en automotores, navíos y aeronaves.

Otros están capacitados para localizar a personas, ya sea vivas o muertas, que han sido víctimas de algún desastre natural como un sismo, derrumbe, inundación o hasta en situaciones provocadas por el hombre como un incendio.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) actualmente cuenta con un criadero de perros vigías que se ubica en el poblado de San Miguel de Los Jagüeyes, en el municipio de Zumpango, sitio hasta donde se extiende la Base Aérea Militar de Santa Lucía, en el que ahora se construye el “Aeropuerto General Felipe Ángeles”.

MMCF

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