No es Chewbacca, es 'El Francotirador', especialista militar en Tamaulipas

Pertenece a un grupo de élite que solamente opera en situaciones extremas

Es “El Francotirador”, uno de los especialistas del Ejército Mexicano con base en Tamaulipas, en la 48 Zona Militar
Antonio Hernández
Ciudad Victoria /

El éxito de su trabajo depende de la perfección, ahí no hay errores, no es matemático, físico, ni geólogo pero para realizar su labor debe conocer la velocidad del viento, el tipo de terreno que pisa y como si fuera a una fiesta, debe saber cómo vestir en cada ocasión.

Es “El Francotirador”, uno de los especialistas del Ejército mexicano con base en Tamaulipas, en la 48 Zona Militar, pertenece a un grupo de élite que solamente opera en situaciones extremas, pero para ello debe prepararse todos los días.


Con cuatro décadas de vida, nos narra su historia. Comentó que desde su ingreso al Ejército han pasado muchos años para poder ingresar al selecto grupo.

Por seguridad no revela su nombre ni su indicativo, sólo que forma parte del grupo de élite del Ejército mexicano.

Operativos de caza

También platicó que trabajan en operativos de “caza” con objetivos inmediatos, mediatos y objetivos variables, esto es, desde vehículos en movimiento, estáticos o de personal.

Para ser parte del equipo, dijo que se requiere un conocimiento total del armamento, conocer completamente el fusil Barret y todas sus posibilidades, así como las diferentes áreas geográficas del país, donde se va a trabajar, ya sea desierto, montaña, selva, tierra-aire, entre otros espacios más, porque cualquier error puede ser letal.

Dice que para llegar a francotirador, primero tuvo que pasar el curso de Fuerzas Especiales, luego capacitación en habilidades, temple, conocimiento de armamento, hasta lograr ser un tirador selecto, con tiros de precisión a larga distancia.

Francotirador de la Sedena en Tamaulipas. (Antonio Hernández)


Uniforme y armamento

Así como el camaleón, el insecto hoja, la mantis orquídea, entre otros más, que se camuflan en la naturaleza para protegerse y no ser vistos, el francotirador utiliza el “ghillie”, un camuflaje que le permite perderse en el terreno a utilizar, desértico o con follaje, un terreno en el que puede estar sin límite de horas para cumplir la misión junto a su compañero inseparable, un fusil Barret calibre .50 con 11 kilos de peso.

Un arma capaz de traspasar blindajes y derribar hasta un avión, con un alcance de tres mil 500 metros de tiro efectivo.

Son tiros de precisión, donde se debe contemplar la deriva del viento, tierra y longitud del tiro, entre otras cosas más, aquí no hay margen de error, solo tiros de precisión, de ello depende el éxito, un error puede ser mortal no solo para él sino para todo el equipo.

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