Son 93 años los que la cantina bar Lido cuenta en su haber, la gran mayoría de estos fue la favorita de la época ya que por su ubicación en la esquina de Miguel Blanco y Colón en el Centro de Guadalajara era de los principales atractivos, esto sin contar que por un tiempo el lugar abría las 24 horas y ofrecía platillos por demás deliciosos.
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Esta cantina abrió sus puertas en 1921, pero a media cuadra de la ubicación actual, fue hasta 1930 que se instalaron de manera permanente en la esquina de la mano del político y exlíder sindical Francisco Silva Romero, en un principio estaba dividida en dos áreas vinculadas entre sí; una cantina con gran cantidad de cervezas y bebidas alcohólicas, y un restaurante que se volvió famoso por su sabrosa sopa de medula, menudo, e incluso criadillas.
Al abrir las 24 horas del día no solo era sitio para pasar un rato ameno al son de las copas y a la vez comer delicioso, sino que era ideal para ‘bajar avión’, ‘crudear’, o simplemente seguir la fiesta hasta el amanecer. El ambiente se amenizaba y hasta la fecha con una rockola o las piezas de tríos y mariachis que de pronto acuden a ofrecer sus servicios a los clientes.
Existen dos versiones sobre el origen del nombre de esta cantina, la primera señala que don Francisco Silva Romero, tenía una novia originaria de la isla italiana de Lido, y por ella le puso así; la segunda versión cuenta que este nombre se eligió en honor al famoso cabaret parisino, cualquiera que se la versión oficial, ahora sigue siendo popular simplemente como Lido o como sus clientes frecuentes lo llaman; ‘Lidazo’.
En este sitio que evoca a una tradicional cantina mexicana han pasado personalidades de la política, desde diputados hasta alcaldes, y de la farándula como Javier Solís, la Sonora Santanera, Silvia Pinal y el mismísimo Charro de Huentitán; Vicente Fernández.
Su decoración es simple, fotografías de la Guadalajara antigua cuelgan de sus paredes dando ese toque añejo, más aún con sus desgastados equipales que guardan montones de historias. La bebida tradicional y favorita del lugar se prepara con Tequileño, hielo, limón, refresco negro y una pizca de sal.
Tras la muerte de don Francisco, sus hijos tomaron el control del lugar, aseguran que esto poco a poco fue acabando con las tradiciones que le dieron identidad a la cantina, en primer lugar, realizaron remodelaciones sin autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por lo que al ser esta una finca protegida por su valor histórico, el organismo ordenó el cierre del restaurante en el 2010, desde entonces no han podido reabrirlo.
Este cierre significó una serie de cambios en la operación de El Lido que ni siquiera contaba con chapas ya que las 24 horas del día se trabajaba y había movimiento, esto afectó directamente en la afluencia de clientes ya que sin contar con el restaurante resultaba menos atractivo.
Los clientes asiduos son quienes mantuvieron a flote esta cantina, ya que con el pasar de los años, ahora acuden acompañados de sus hijos e incluso de sus nietos y es que la camaradería y la calidez de sus empleados como la de Javier Ayala quien desde hace 39 años se ha encargado de las preparaciones en la barra hacen de este espacio el lugar ideal para pasar un rato ameno y sin complicaciones.
Actualmente solo la cantina sigue activa, ya no cuenta con la gracias y popularidad que tuvo durante años y menos ahora sin sus tradicionales platillos, sin embargo, permanece dentro del gusto de propios y extraños, ahora más de las nuevas generaciones por ser el sitio oficial para el ‘after’ ya que, aunque ya no abre las 24 horas, durante el viernes y sábado recibe a la clientela desde las 04:00 de la mañana.
El LidoDirección: Calle Miguel Blanco 912, Zona Centro, Guadalajara,Horario: Viernes y sábado de 04:00–00:00
Domingo 04:00–16:00
Lunes a jueves de 09:00 a 21:00 horas
MC