El Palacio; ‘trato de reyes’ y ricas botanas

El Palacio es un bar-restaurante-cantina de Guadalajara con 49 años de tradición y 49 años de ofrecer un excelente servicio, con gran atención, amabilidad de cada una de las personas que trabajan ahí ya que este lugar es también legado de Don Jorge Serna por lo que su sello de calidad y camaradería resaltan.

Fue en 1974 que esta cantina vio la luz por primera vez como un espacio para refrescarse después de las jornadas de trabajo, comer rico y así ganó popularidad en la zona de la Calzada de Ejército donde se ubica hasta la actualidad.

Y es que en este lugar, la comida con gran sazón, el gran y muy tranquilo ambiente así como el servicio hacen que se convierta en una experiencia digna de un rey o reina entrando a su ‘Palacio’, así es como le hacen honor a su nombre.

Aunque de hecho, su nombre lo toma del hotel Palacio que se ubica a unos cuantos metros, en las cercanías de la Plaza de la Bandera y que en sus tiempos mozos era uno de los más bonitos, ahora no tanto, pero que actualmente sigue vigente y al igual que la cantina, albergan cientos de historias entre sus paredes.

Pero la sencillez es lo principal en este lugar, por eso mismo es de los preferidos de clientes asiduos, nuevos y grupos de amigos que ven en El Palacio la mejor opción para vivir un buen momento con pláticas interminables tragos bien fríos y botanas deliciosas.

También llevan la sencillez en la propia decoración, basta con un simple cuadro en la pared, que revive los mejores momentos del propio Jorge Serna, don Ramiro el cantinero y algunos de sus clientes. El espacio es amplio y muy limpio, las mesas implacables y los equipales que las acompañan dan comodidad.

Son el pozole, birria, tacos dorados, sopa de arroz y frijoles bien fritos algunos de los platillos que se pueden degustar en El Palacio, aunque el plato estrella es el caldo de res, que aun con las altas temperaturas, es de los más solicitados.

De las bebidas destacan las limas, delicioso preparado con agua mineral, jugo de lima y ese toque de vodka o tequila para ahogar las penas, claro con su hielo, pues aquí los tragos entre más fríos mejor, también tiene las yerbabuenas, las mandarinas que no solo refrescantes, deliciosas y las micheladas ideales para las crudas, cervezas, tequilas, rones y de todo se encuentra detrás de la gran barra de madera que adorna este Palacio.

La tranquilidad que reina en el lugar se debe además a que rockola no suena con alto volumen, pues se le da prioridad a las pláticas amenas y carcajadas interminables, los gritos no están permitidos, ni los alborotos y mucho menos las peleas.

El Palacio es esa típica cantina de pueblo con todo lo tradicional, donde los clientes más frecuentes se convierten en amigos, incluso en familia, donde todos son bienvenidos para pasar no solo un rato agradable, sino una experiencia de realeza.

​​MC