El Santuario, estandarte de Guadalajara

Conoce cómo se construyeron el templo del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe y su barrio aledaño, de los más importantes de la ciudad.

La arquitectura de la parroquia destaca por su cantera amarilla. (Especial)
Erick Breguer
Guadalajara /

Uno de los sitios claves de la ciudad de Guadalajara, que el día de mañana cumple 478 años de ser fundada, es sin duda el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.

De estilo churrigueresco, este templo fue ideado por el obispo español Fray Antonio Alcalde, quien patrocinó su construcción desde su inicio en el año 1777 hasta su inauguración en 1781.

Una vez concluido, el templo fue bendecido por Alcalde y se ofició la primera misa por Fray Rodrigo Alonso. Asimismo hubo una procesión desde la Catedral Metropolitana hasta el nuevo templo, de la cual tomaron parte la audiencia, el ayuntamiento, el clero secular y regular, así como muchas personalidades de la época.

La concepción de Fray Alcalde sobre este recinto religioso dedicado a la advocación mariana era poblar en aquel entonces la zona norte de la Perla Tapatía, por lo que también costeó la construcción de las llamadas “cuadritas”, que eran casas que se rentaban a bajo precio para las personas pobres que quisieran habitarlas. A estas viviendas se les consideran como las fundadoras del ahora conocido barrio del Santuario.

En la zona predominaban las lujosas casonas de hacendados y familias ricas, como la famosa “Casa de los Perros” ubicada sobre el ahora Paseo Alcalde. A pesar de esto, el barrio mantuvo su carácter predominante de clase media, entre fincas señoriales junto a otras no tanto.

La arquitectura de la parroquia destaca por su cantera amarilla, que según la historia proviene de la barranca de Huentitán. Su interior se caracteriza por el estilo neoclásico acompañado de columnas imitación mármol y altares terminados en color dorado. En sus muros penden imágenes de la Virgen María, de los evangelistas y Sumos Pontífices. Además resaltan dos órganos musicales, uno tubular y otro monumental.

La gran fiesta anual de este barrio se celebra cada 12 de diciembre con un novenario y fiestas patronales dedicadas a la Guadalupana.

El barrio del Santuario es conocido también por sus fondas de comida típica mexicana donde se disfruta de antojitos y la tradicional birria jalisciense.

MC

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