Incluyente y moderna, la nueva concepción del espacio urbano, que incluye la manifestación artística del grafiti, el llamado arte callejero que utiliza la pintura en aerosol y como soporte las paredes públicas o privadas, puertas, jardineras y cortinas de locales, ahora ocupa abiertamente el espacio visual urbano.
A lo largo de las últimas cuatro décadas, el llamado arte callejero que destruía la propiedad privada, hoy se integran en armonía al colorido entorno urbano, que surgió en la ilegalidad.
Tuvieron que pasar muchos años para que los graffiteros salieran de la clandestinidad para convertir las paredes de las ciudades en lienzos para sus trazos, para dar rienda suelta a su imaginación con pinturas en aerosol, única técnica en su esencia callejera.
Eliacím García, conocido en su medio artístico como Snow, inició del 2001, dijo que este arte surgió en el espacio público de las ciudades, pero cuando se utilizan los grandes muros, estamos hablando de una nueva corriente: el muralismo, que a primera vista provoca asombro y es una muestra de un auténtico arte callejero, que se le conoce como Graffiti.
Agrega que inicialmente surgió en la ilegalidad por el daño a las casas particulares o bardas de propiedad privada, muros, actualmente forma parte del paisaje urbano, en cualquier ciudad del país. “Hoy su compleja elaboración está a la vista de todos. Para muchos es como un hobby", indica, Eliacím García, de 33 años de edad.
Su arte lo ha plasmado en fachadas de inmuebles públicos y particulares. Su trabajo lo ha llevado a estados como Oaxaca, además de países como Belice y Guatemala. Originario de Naucalpan, Eliacím García prácticamente centró su trabajo San Mateo Nopala y San Bartolo centro de esta demarcación, donde se muestran obras en aerosol de graffitis también de “Drako”, “Jocka”, “Snok”, “Humo Sinfronteraz”, “Basía”, “Tomer Linaje” y “Yacer” .
Sus inspiraciones son múltiples. Tan solo en Oaxaca, fue responsable de un mural de 223 metros cuadrados en el auditorio José María Morelos y Pavón, a solicitud del gobierno local. Contabiliza unos 300 muros de diferentes superficies, donde recreó imágenes coloridas, expresión de la aceptación social por este arte que forma parte del paisaje urbano.
Esencia callejera
Para Edith Medrano, conocida como Basia, la pintura en paredes tiene su esencia callejera, no obstante que instituciones de cultura desde hace años los convocan a diferentes actividades. Inicialmente para evitar la clandestinidad. Su técnica es el uso de aerosoles, complementa.
Legal es arte, pero el verdadero graffitero continúa fiel a este arte y a la necesidad de expresar sus sentimientos, como artistas que su esencia es la calle, las paredes de las ciudades, dice Edith Medrano, de 41 años de edad, quien desde la preparatoria sintió esta necesidad de recrear el color en paredes plasmando imágenes, principalmente de la cultura prehispánica mexicana.
Para ella, este arte entró a México por Tijuana, llegó al oriente del Estado de México a Nezahualcóyotl, denominado “cuna de los graffiteros”, donde una gran cantidad de los jóvenes que se dedican al grafiti, como expresiones artísticas que toman lugar en el espacio público, convierten bardas y paredes en lienzos, que a la vista impresionan en esta ciudad.
Ahora la libertad está ganada por los veteranos que se dedican al graffiti, dice, con la autorización de particulares y de autoridades, aunque para ella, la esencia de este arte es callejero y la ilegalidad. En el centro de Naucalpan las paredes de comercios y bardas lucen ya los trabajos en aerosol de Edith Medrano y su singular inspiración de imágenes prehispánicas. “Cuando empecé pintaba grafos pero ahora busco la formas de expresar lo que se quiere decir”, dice Edith.
MMCF