Mayra, encargada de los “muertos” del IMSS

La profesión representa distintos retos que como mujer y madre ha logrado enfrentar.

Mayra se dedica a preparar los cuerpos de los difuntos desde 2018. Foto: (Juan Camacho)
Ecatepec /

Desde hace siete años, Mayra se dedica a preparar, embalsamar e incinerar los cuerpos de quienes han partido, brindando un último adiós en los velatorios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Actualmente trabaja en la unidad ubicada en Ecatepec, en el Estado de México.

"A mí, este oficio me ha gustado y lo hago con gusto. Fui capacitada en ambas responsabilidades y tengo un gran respeto por las personas que preparo para el funeral. Como técnica en el horno crematorio, realizo mi trabajo con sensatez y dedicación. No tengo miedo", afirma.

Su contacto con los difuntos comenzó en 2018 y, desde entonces, ha dedicado sus días a preparar a los fallecidos antes de ser despedidos por sus familiares, un trabajo poco común entre mujeres. 

"Hubo la oportunidad de la plaza y la tomé. Para mí, estar en contacto directo con las personas fallecidas es algo normal. Me interesó el reto y lo hago con respeto", explica.

'Horneros', profesión dominada por hombres

Durante cuatro años, Mayra fue embalsamadora y, desde septiembre de 2022, desempeña la función de 'hornera', una profesión tradicionalmente dominada por hombres. "Cuando la gente o mis compañeros del Instituto conocen mi trabajo, no pueden creer que realice una actividad que requiere fuerza para mover los cuerpos al embalsamar o incinerar", comenta.

"Los que no me conocen a menudo preguntan: '¿Y el hornero dónde está?' Les respondo: 'Soy yo'. A veces dudan de mi capacidad. Para ser técnica hornera, realicé cursos de capacitación para movilizar cuerpos correctamente", agrega.

A sus 40 años, Mayra equilibra su trabajo con la educación y cuidado de sus dos hijos, quienes son su pilar fundamental en sus actividades diarias. 

“Uso el equipo adecuado y cuento con las herramientas necesarias para facilitar el traslado del cuerpo al horno. Mi experiencia como embalsamadora me ha preparado para este trabajo que disfruto".

La experiencia más difícil

Una de sus experiencias más difíciles fue incinerar a su propio padre, un momento que, reconoce, fue desgarrador. 

"Eso fue muy duro, porque al final era lo último que podía hacer por él. Cerrar la puerta y prender los quemadores fue muy difícil, porque al final sabes que la persona que está ahí te dio la vida".

Cada mañana, Mayra llega puntual y optimista al horno crematorio del Velatorio No. 20 en Ecatepec, lista para desempeñar su labor. "Me siento orgullosa de lo que hago, me siento como un pavo real".

kr

  • Juan Camacho
  • juan.lopezc@milenio.con
  • Egresado de la FES Aragón. Orgullosamente UNAM. Cuento historias del Valle de México desde hace 10 años. Viajo en moto y soy fan de Cruz Azul.

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