Después de vivir una etapa de gran inseguridad en Torreón, la calzada Colón se convirtió en un espacio de reunión social tras la instalación de bares y restaurantes. Allí se mantiene una vida nocturna permanente como oferta para los jóvenes, misma que durante el fin de semana se prolonga hasta la madrugada.
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Pocos son los espacios culturales que sobreviven en la zona debido a la gentrificación. Así por ejemplo, el taller de gráfica El Chanate, antaño ubicado en la avenida Morelos, a pocos metros de la calzada Colón, emigró a otro espacio.
Solo la casona que alberga al Instituto Municipal de Cultura y Educación (IMCE) y que antes fue la Casa del Artista se mantiene en comodato entre estado y municipio, mientras que un empresario utiliza el estacionamiento del espacio municipal para albergar los vehículos de los visitantes a su restaurante.
Firman por espacios públicos
De acuerdo a un recurso de transparencia, fue el 16 de enero de 2019 cuando el gobierno de Coahuila por conducto de la Secretaría de Cultura y el ayuntamiento de Torreón a través del IMCE, firmaron un contrato de comodato sobre la finca ubicada en la avenida Juárez número 27 esquina con calzada Colón.
Con una superficie superior a los mil 800 metros cuadrados, al momento no existe un documento de donación del inmueble a favor del municipio de Torreón, refirió Joaquín Zirahuén Tovar Martínez, director general de Patrimonio del Gobierno de Coahuila quien contestó al recurso de transparencia.
Se trata sólo de un contrato de comodato que celebró el estado bajo la administración de Miguel Ángel Riquelme y el ayuntamiento, representado por Jorge Zermeño, de tal suerte que en el protocolo intervinieron Ana Sofía García Camil como secretaria de Cultura y, Elías Agüero como director del IMCE.
El objetivo era colocar las oficinas municipales así como la creación del Centro de la Gráfica, mismo que no se concretó a pesar de que la entrega del inmueble se realizó el primero de abril de 2018, tiempo en el que el ayuntamiento asumió la responsabilidad que pudiera devenir del mal uso o de un uso distinto al objeto del contrato, como lo sería la utilización del estacionamiento para beneficio privado.
Destaca que el contrato tiene vigencia hasta el 31 de marzo de 2033, es decir, expira en 9 años, aunque podría ser prorrogada por mutuo acuerdo mediante convenio antes de la fecha indicada anteriormente, situación que tendría que evaluarse porque del estado no existen inmuebles culturales en Torreón, a excepción del Museo de la Revolución, motivo por el cual el personal del estado labora en las oficinas del Centro de Lectura Digital Enriqueta Ochoa, en La Jabonera Cultural, dependiente del ayuntamiento.
Del contrato, destaca la cláusula séptima donde se establece que el inmueble que le fue entregado al ayuntamiento debe ser usado para el destino antes mencionado y el IMCE no puede transmitir la posesión a terceros ni destinar el inmueble a fines distintos a los establecidos en el contrato, salvo que reciba el comodante la autorización expresa y por escrito para el cambio del destino.
¿Qué fue del inmueble?
Al inicio de la presente administración, de las oficinas del IMCE se le pidió al maestro Alfredo Cortés desalojar el inmueble, donde permanecía con el único taller que ofrecía clases de grabado, con la intención de colocar un comedor para los trabajadores, mismos que finalmente se clausuró.
Asimismo el propietario de un restaurante aledaño al inmueble, desde que se pasó en comodato el inmueble, usa el estacionamiento para usos empresariales, lo que ha motivado que personas que acudan al IMCE sean reconvenidas por el vigilante del negocio al ingresar sus vehículos para hacer trámites o incluso hayan sido víctimas de robo de autopartes.
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