En Tulancingo no hay casos de pederastia: arzobispo

El arzobispo Domingo Díaz Martínez señaló que se trabaja con los jóvenes sacerdotes y se está en constante observación para evitar esa situación

Domingo Díaz Martínez, arzobispo de Tulancingo. (Elizabeth Hernández)
Elizabeth Hernández
Pachuca /

Ante las más recientes declaraciones de Rogelio Cabrera, presidente del Episcopado de México, en las que aseguró no se cubrirá a los sacerdotes implicados en abuso de menores, el arzobispo Domingo Díaz Martínez indicó que en Tulancingo no hay casos de pederastia, por parte de sacerdotes. 

Aseguró además que de trabaja en forma constante con los jóvenes sacerdotes y los mantienen en observación para evitar esta situación. 

"Gracias a Dios no tenemos casos en Tulancingo, ni en la zona, estamos en paz". 

"Nuestros sacerdotes están respondiendo muy bien, estamos sanos y trabajan muy bien en el seminario", indicó Díaz Martínez al concluir su homilía dominical. 

Dijo además, que no se deben de permitir ningún tipo de abusos contra menores. 

"No debemos dar ninguna facilidad, cero", expresó tajante el religioso, para agregar que " cero violaciones, cero pedofilia, cero pederastia. Eso no tenemos por qué hacerlo y lo sabemos desde que estamos en el seminario". 

"No debemos meternos con los menores, no debemos meternos con mujeres, porque nosotros estamos hechos para otra vida", manifestó. 

Hizo hincapié en que esta situación no afecta a la Iglesia de forma directa, porque asegura que la gente sabe " quienes son sus sacerdotes y quien les está dando la misa", y llamó a los feligreses a depositar su confianza a Dios. 

"Eso está sucediendo en Estados Unidos y yo creo que sí le resta feligreses. Puede que sí influya, pero la gente en quién cree, en Jesucristo o en el padre, pues en Jesucristo por lo que la gente no debe poner su confianza en los padres, sino en Jesús", expresó. 

Negó que las prohibiciones de matrimonio sean parte del problema que se da en los sacerdotes que han cometido abusos, ya que aseguró, los sacerdotes tienen una vocación marcada por Dios. 

"Nosotros nacimos para esta vocación, para vivir otra vida". 

"Así como a algunos les dio la vocación para ser futbolistas, o grandiosas bailarinas a nosotros nos dio la vocación para ser sacerdotes o arzobispos y se tiene que respetar", concluyó. 

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