La enfermería es una de las profesiones más nobles, pero a su vez menos reconocida e incluso minimizada, sin embargo, es un pilar muy importante en el sector salud, más aún en esta lucha contra la pandemia del coronavirus que se vive actualmente.
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En el marco del Día de Internacional de la Enfermería, este 12 de mayo, críticas, discriminación e incluso agresiones han puesto a enfermeros, enfermeras, doctores, pasantes y personal de salud en general en una posición de temor simplemente de hacer su trabajo.
Alba Lorena lleva 15 años dedicada a esta noble profesión y aunque trabaja en específico con pacientes con cáncer ya que es supervisora en el Instituto Jalisciense de Cancerología, señala que la población no distingue eso y simplemente por usar el uniforme ha sido discriminada.
“Cuando empezó, la gente en la calle te ve en la calle y hasta se baja de la banqueta para no pasar junto a ti”, aseguró.
Aseguró que, así como ha vivido malas experiencias, ha tenido buenas como el apoyo de los ciudadanos una vez que tuvo un problema con su vehículo y recibió ayuda y buenos tratos, sin embargo, ha sido testigo de agresiones a sus compañeras que viajan en el transporte público.
“Una vez me vine en camión porque quería ver cómo estaba el panorama, pero creo que hay más concientización, la gente está más tranquila en cuanto agresiones a enfermeras, pero eso fue la tarde mis compañeras han sido agredidas por la noche, tienen miedo porque los camiones ya no pasan a las 9 de la noche y ya está todo, tienen mucho miedo de ponerse el uniforme y andar en la calle”, detalló.
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Lorena explicó que desde que comenzó la pandemia en México al igual que la mayoría de los ciudadanos sintió mucho temor, pero ha comprendido más la naturaleza de la enfermedad y ya no tiene miedo, aunque sí que ha afectado su entorno laboral y personal.
“Era el pánico de llegar a tu casa y contagiar a tus seres queridos, fue muy grande al principio, pero se tomaron las medidas correspondientes, en el trabajo desde la entrada tienes que hacer fila como todos los pacientes para que te tomen la temperatura, te hacen ciertas preguntas, tu gel antibacterial e ingresar con cubrebocas más todas las medidas que tomamos aquí dentro qué es el lavado de manos constante y luchar con la deficiencia del material, en mi casa y llegar a la cochera, darme una desinfectada dejar la ropa afuera y meterme rápido a bañar para estar con mi familia”, explicó.
Aunque el Instituto de Cancerología no está dentro del plan de reconversión hospitalaria para dar atención a pacientes con coronavirus, el trabajo cambio debido a la estrategia del aislamiento social por lo que las citas disminuyeron.
La historia de Lorena con la enfermería comenzó hace 15 años cuando al salir de la preparatoria buscó una opción para seguir estudiando, ella originaria de Juanacatlán tuvo que pensar detenidamente a que dedicarse aun si sus padres no la apoyaban económicamente pues su sueño era ser alguien en la vida.
EL DATO20 millones de enfermeras en todo el mundo celebramos el Día Internacional de la Enfermería. Este año es más especial que nunca, ya que 2020 fue declarado Año Internacional de la Enfermera y la Partera por la Organización Mundial de la Salud.
Después de ver las opciones se sintió atraída por la enfermería ya que por naturaleza le gusta ayudar a las personas, por lo ahora se tuvo que enfrentar a las críticas de sus parientes al optar por una carrera tan servicial, afortunadamente una doctora que conoció en ese tiempo la alentó a seguir y luchar por sus sueños, asimismo sus padres no le dieron la espalda y la apoyaron en todo.
“La verdad para mí hubo muchos obstáculos, todas las chicas de mi edad se iban a trabajar al corredor industrial de El Salto de obreras y eso no era algo que yo quería, en mi mente siempre que yo quería ser alguien. Quien despertó la ilusión en mí fue una doctora de mi pueblo Juanacatlán ella al ver mis situaciones personales me orientó a estudiar enfermería porque en mi casa mi papá no quería y no creía que una de sus hijas iba a ser profesionista.
“Yo de mi familia fui la primera que me aventé estudiar enfermería, era una profesión muy criticada por mis tíos decían que éramos las limpia pompis y ahora ya tengo otras dos primas enfermeras, pero yo fui la primera”, recordó.
Junto a una amiga de la prepa inició trámites en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud donde fue aceptada y culminó con dedicación su licenciatura.
“No quisimos ser enfermeras generales, nos aventamos a la licenciatura me vine de Juanacatlán a Guadalajara yo quería ser alguien y toda la vida fui y vine desde los 17 años, fui muy adelantada en mi carrera, nunca reprobé y siempre fui muy estudiosa porque como estábamos muy limitadas de dinero, traíamos lo justo, nos enfocamos solo a estudiar, yo era soltera y acabé la carrera en 3 años y medio, yo adelantada materias porque acá estábamos todo el día entonces adelantaba todo”, dijo.
Tras la licenciatura realizó su servicio social fuera de Guadalajara, prácticas y guardias las hizo en hospitales particulares en su mayoría con pacientes con cáncer por lo que optó por especializarse en oncología y administración y gracias a una enfermera llegó a trabajar al Instituto de Cancerología ahí tomó cursos de la UNAM en los dos ámbitos.
“Yo le debo muchísimo a este hospital, he aprovechado las oportunidades, pero a mí el ir y venir desde Juanacatlán hasta acá solo digo, si vas a hacer algo hazlo bien y si puede ser de las mejores, hazlo te cuesta mucho ir y venir como para no aprovechar aquí me formé soy hija de la UNAM y de la UdeG”
Lorena, ahora de 37 años ha pasado por un sinfín de buenas y malas experiencias que sin duda la han forjado como persona y han marcado su camino laboral, señala que esta profesión es muy importante y que se necesita mucho amor y amor al prójimo para desempeñarla y tristemente no es reconocida como debiera.
“No es reconocida la profesión de enfermería, ni económicamente ni se toman en cuenta los sacrificios que hacemos, la persona que estudia enfermería sin tener la vocación y sin tener las ganas de ayudar a alguien son todas esas personas que maltratan a los pacientes, es una de las carreras más difíciles porque eres el personal que está en contacto directo con una persona que necesita mucho de tu servicio, uno como enfermera maneja todos los desechos humanos, no es una carrera fácil y siempre el crédito se lo lleva el doctor que si lo tiene, pero quién está las 24 horas con el paciente en las buenas y en las malas, en sus emociones y tristezas, es la enfermera y no tienen tanto reconocimiento”, detalló.
A pesar de todo, las satisfacciones son mayores ya que el ayudar a la gente trae consigo agradecimiento, así como reconocimiento tanto de pacientes como de doctores y personas importantes.
“Me siento una persona muy afortunada porque me decían la rancherita que venía aquí, la mensita y para mí la mayor satisfacción es el tipo de persona que te dan el reconocimiento la gente que te ayuda sin ser tu nadie en lo personal y económicamente a mí me ha dejado mucho, hubo veces en las que me cuestioné no haber estudiado otra cosa pero en este momento de mi vida no cambiaría nada yo he recibido más de lo que yo esperaba, las recompensas son grandes, la rancherita ha logrado mucho”.
Lorena asegura que las enfermeras son el pilar de un hospital y eso se demostró el denominado Un día sí mujeres ya que, aunque no era obligatorio asistir para ellas, tomaron conciencia porque piensan en el bienestar de los demás.
“Un día sin mujeres no es lo mismo que un día sin enfermeras estaba el temor de que este hospital se quedará sin ninguna, pero una enfermera piensa más en el bienestar del paciente que en ella, podría haber un día sí médico porque los hay, los festivos muchos doctores no vienen, pero un día sin enfermeras no, un hospital no camina sin enfermeras, son personas extraordinarias, son personas entregadas al bienestar del prójimo”.
MC