Como parte del programa "Guanajuato Si Late Unido", se realizó la entrega de 1 mil despensas destinadas a la ciudad de León y sus alrededores donde participan 19 dependencias y más de 800 servidores públicos.
Todas las despensas son entregadas de manera personal a través de un padrón de beneficiarios que identifica a las familias más vulnerables.
Se trata de un programa llevado a cabo por DIF en conjunto con Gobierno del estado y la ciudadanía, el cual se réplica en los 46 municipios y su objetivo es que las familias más vulnerables tengan alimento en sus mesas durante esta contingencia.
"El gobernador ha dispuesto 50 millones de pesos para poder adquirir cerca de 100 mil despensas más para poder direccionarlas a familias que entre varias dependencias del estado hemos podido identificar con esta vulnerabilidad alimentaria", comentó Alfonso Borja Pimentel, Director Estatal DIF Guanajuato
Una iniciativa que aborda tres acciones específicas: generar una vía para que la ciudadanía pueda donar en especie o en efectivo, en cuyo caso es deducible de impuestos e inclusive se puede donar desde el extranjero con participación de la Secretaría del Migrante y para las donaciones en especie se han dispuesto 8 centros de acopio.
Finalmente, la detección de socios humanitarios, aquellas personas que gracias a su buena voluntad han implementado comedores comunitarios, colecta insumos o da servicios gratuitos de salud, para una coordinación y reconocimiento.
"Estamos planeando que durante el mes de mayo estemos concluyendo la entrega de las 100 mil despensas, ahorita básicamente en estas primeras 3 semanas justamente hemos avanzado con la entrega de 30 mil despensas", dijo Borja Pimentel.
Adultos mayores y mujeres embarazadas son prioridad:
Los beneficiarios son personas como la Señora Margarita Ocampo de 67 años de edad, quien cuida de su nieto y su nuera que acaba de dar a luz, se mantienen gracias a la recolección de PET, la situación los ha llevado a tener días en los que no saben si podrán comer.
“Yo nunca había recibido nada de nadie, y ahora claro que me da gusto y ahorita más que pues lo necesito”, comenta.Por su Parte, Juana Olvera una joven de 16 años con un pequeño de apenas 6 meses se enfrenta al reto de la maternidad ante un panorama que no le permite asegurar lo esencial para su bebé.
“No hemos tenido dinero, hemos estado juntando botellas, cartón y ya lo vendemos. Ya depende de los que saquemos, compramos leche del niño”, explica.