Es importante visibilizar a los jóvenes que en Hidalgo están desarrollando actividades que tienen incidencia social, a fin de impulsar a más integrantes de este sector a participar activamente en la toma de decisiones.
Lo anterior lo señaló el abogado Jesús Eduardo García Pérez, quien junto con la activista Miriam Arteaga Vargas, recibió en 2022 el Premio estatal de la juventud en materia de Derechos humanos, por parte del Instituto Hidalguense de la Juventud (IHJ).
En el marco del Día internacional de la juventud, el galardonado expresó que en los últimos años han desarrollado diversas labores, desde asesorías legales a colectivos ambientales en la región de Tula hasta la participación de iniciativas ciudadanas para reglamentos municipales.
Incluso presentaron una estrategia para prevenir, sancionar y erradicar la violencia en contra de las mujeres en el municipio de Atitalaquia, que se suma a las demás acciones que realizaron.
García Pérez destacó que es importante visibilizar a las juventudes “porque desde sus ámbitos generan un impacto que a la postre contagia ese ánimo de querer participar, de querer levantar a mano, de alzar la voz”.
Reconoció que hay muchos retos para la juventud, desde la precarización de los trabajos, derechos sociales, vivienda, salud, hasta temas de delincuencia organizada, y se debe atender, porque los jóvenes son una tercera parte de la población de Hidalgo, una cifra importante.
Explicó que muchos jóvenes podrían abanderar causas sociales, pero debido a su difícil situación económica no pueden hacerlo pues deben priorizar el trabajo para su manutención, “no pueden dar el siguiente paso pues el mismo sistema se los impide aunque tengan muchas ganas de alzar la voz, pues o trabajan o son activistas”.
Por su parte Arteaga Vargas, además del premio estatal de la juventud también obtuvo el premio en Atitalaquia por su activismo en la promoción de los derechos humanos, igualdad de género y labor social.
Actualmente es presidenta del Colectivo Yólloatl, en Atitalaquia, y está trabajando en favor de los derechos humanos en general, aunque particularmente en los de la diversidad sexo-genérica.
Ambos siguen laborando desde sus trincheras, abriendo y ofreciendo espacios o herramientas para que más jóvenes se sumen a las acciones en favor de la sociedad.