Junio es el mes que abre la puerta a la temporada de huracanes en el Golfo de México y, aunque en la zona conurbada ha pasado mucho tiempo sin recibir el impacto de alguno, la población de Tampico, Madero y Altamira aún tienen fresco en su memoria el recuerdo del paso del Hilda y el Inés.
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Un 19 de septiembre de 1955, el ciclón tocó tierra en las costas del sur de Tamaulipas y arrasó con gran parte de la ciudad porteña. De categoría 3, fue el último de gran magnitud que ha causado daños significativos en la región; aunque poco después, en 1966, la tormenta tropical Inés tocó tierra en esta costa tamaulipeca.
Testimonio
“El huracán Inés en 1966, pegó muy fuerte, horrible. Se escuchaba cómo tronaba la casa de nosotros, que era de madera y con techo de lámina y horcones. Crujía todo y mis papás y mis hermanos pues nos asustamos. Todos tuvimos mucho miedo; la noche del huracán, el agua subía rápido, rápido, primero la calle, después la banqueta y después el agua entró a la casa. Ya no había luz en la colonia. Ya cuando el agua nos llegaba hasta las rodillas dentro de la casa, llegaron unos vecinos con una lancha y nos sacaron para llevarnos a un lugar más alto cerca del centro de Tampico, Ahí nos quedamos en un edificio ya de material”; recuerda el señor Andrés Gutiérrez, de 71 años de edad, habitante de la colonia Cascajal, quien en ese entonces tenía 13 años y cuenta que su familia rentaba una casita de madera y su padre trabajaba en los muelles descargando mercancía.
58 años
Desde ese entonces, ha llamado poderosamente la atención que Tamaulipas ha librado el embate de fenómenos meteorológicos en los últimos 58 años, además de que ha surgido la creencia de que existe una base de extraterrestres en la playa de Miramar, en Ciudad Madero.
En las últimas cinco décadas se ha hablado, alimentado y divulgado la leyenda urbana de una base alienígena frente a las escolleras de Playa Miramar.
Los comerciantes han aprovechado esta creencia popular para comercializar una serie de suvenires, como gorras, playeras, tazas, llaveros y todo lo que los turistas puedan llevarse como un recuerdo de su visita al sur de la entidad tamaulipeca.
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Gilberto
A principios de septiembre de 1988, el Huracán Gilberto provocó graves daños materiales en el estado de Nuevo León. Sorpresivamente, antes de seguir su curso hacia las costas del centro y sur de Tamaulipas, Gilberto disminuyó su fuerza y se desvaneció, azotando al estado de Nuevo León con lluvias y fuertes vientos, dejando más de 200 muertos y una cifra desconocida de desaparecidos.
Varios medios de comunicación nuevamente recogieron la popular teoría: una base de extraterrestres protege la playa Miramar y desvía los ciclones.
Carolina Infante Pacheco, cronista de Ciudad Madero, manifiesta que los fenómenos que más devastaron el sur de Tamaulipas fueron los huracanes Hilda e Inés de recuerdos nada agradables para muchas personas.
“En 1988, con la venida del huracán Gilberto, el cual estaba estacionado frente a las costas de playa Miramar durante tres días y era un ciclón con categoría 5, venía a devastar la zona. “Sin embargo, llega a pasar algo que durante esa estancia hay muchos avistamientos y mucha gente que se dedica a la pesca observó naves o luces sumergirse en aguas del Golfo de México.“Entonces de repente el ciclón ya no llega, brinca hacia la sierra, se fue hasta Monterrey y les pegó muy fuerte, nosotros la libramos; con esto se fortalece esa leyenda urbana”.
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Base ovni
Se trata de una suposición que ha tenido eco más allá de las redes sociales, donde muchos coinciden en señalar que seres de otro planeta protegen a Tampico, cuya leyenda tiene mayor apogeo en esta temporada de huracanes, la cual comprende de junio a noviembre.
“Hay pescadores que han visto muchas cosas, porque son hombres de mar, hombres que habiendo lluvia o tormenta, como quiera salen a realizar su actividad y ellos han visto muchas situaciones. “Inclusive en el fondo de la escollera hay unos buzos que dicen que hay un pozo o una cueva, no han logrado tocar fondo, pero dicen que sí existe a 40 kilómetros del litoral de playa. “No sabemos si realmente existan, pero lo cierto es que en las últimas décadas los ciclones que han tenido trayectoria hacia costas de Tamaulipas se desvían”.
Asegura que también hay una explicación científica que evita el impacto de estos fenómenos meteorológicos.
“En una ocasión un capitán de puerto me platicó que hay una razón muy científica que yo creo debemos darle validez. “Los ciclones son corrientes cálidas que van buscando la orilla y nosotros tenemos la condicionante que viene la bajada del río Pánuco, que es agua fresca y que al momento de hacer el impacto con la corrientes, hace que se desvíe. “Por eso muchas veces se va hacia lo que es el estado de Veracruz o hacia el centro y norte de Tamaulipas”, explica la cronista de Ciudad Madero.
De acuerdo con las autoridades de Protección Civil, este año 2024 durante la temporada de ciclones tropicales, se tiene previsto que se formen alrededor de 22 fenómenos meteorológicos en el océano Atlántico, mismos que podrían tener desplazamiento hacia el Golfo de México.
Por lo que afirman autoridades y sociedad no pueden asumir una postura de confianza, ya que cualquiera podría afectar las costas de Tampico en el futuro.
VLSS