La Estela de Luz, sobre El Paseo de la Reforma, fue el lugar donde decenas de jesuitas, religiosos, laicos y activistas protestaron de manera pacífica para exigir justicia por el asesinato de los sacerdotes Mora y Gallo en Cerocahui, Chihuahua.
En un acto ecuménico, Jorge Atilano, sacerdote jesuita encargado de las obras sociales de la Compañía se Jesús en México, compartió que "hoy nos tocó a los jesuitas traer a nuestros muertos a este lugar, muertes que se unen a tantas que suceden en el país; desde aquí queremos hacer memoria de tantas víctimas de la violencia".
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El sacerdote jesuita detalló que la Jornada de Oración por la Paz fue creada para hacer memoria de todas las personas que han desaparecido y que han sido asesinadas "recordamos a los periodistas, activistas, jóvenes, que han muerto de manera violenta, también recordamos a los feminicidios, a los niños y el daño que se hace a la creación".
El religioso de la Compañía de Jesús aseguró para MILENIO que México es de los lugares donde "ejercer la función de sacerdote es peligroso, al igual que los periodistas", por lo que señaló que esta jornada tiene la función de hacer memoria de ellos y emprender un camino de paz".
Entre las exigencia se pidió por la seguridad para la comunidad Tarahumara, justicia, para que no vuelvan a ocurrir estas atrocidades; "creemos que la violencia la podemos atender en un diálogo entre todos, esto no lo va a poder atender un solo personaje, es un diálogo entre gobierno, iglesia, sociedad civil, académicos y así encontraremos soluciones", puntualizó el jesuita.
Recordó que el próximo 31 de julio las iglesias católicas orarán por la conversión de los victimarios, "creemos que son personas que pueden convertir su corazón, pueden reaccionar y darse cuenta del mal que están haciendo y por eso ese día es unirnos en oración para pedir por su conversión"
Para la académica de la Universidad Iberoamericana y amiga del sacerdote Javier Campos, Sylvia Schmelkes, el asesinato de los jesuitas en Cerocahui es "la gota que derramó el vaso" de las injusticias que se viven en el país, aseguró que si bien la tragedia la tocó de manera colateral, estar en la protesta pacífica es estar "con todos los mexicanos que han perdido su vida a causa de la justicia y como consecuencia de la violencia que se permite nuestro país".
La académica señaló que el país lleva "muchísimo tiempo en la citación terrible de injusticia que provoca la violencia, que se manifiesta en la impunidad y que genera la sensación de que se puede hacer cualquier cosa en México".
Ante los micrófonos de esta casa editorial, Schmelkes se dijo esperanzada de que este asesinato a manos del crimen organizado en Cerocahui, sea la "gota que derramó el vaso y despierte un movimiento nacional por la justicia y por la paz".
FS