Por acoso, denunciante de violación pide licencia en UdeG

Daniela dirigió una carta al nuevo rector del centro universitario y pide castigo a su agresor y cese el acoso contra ella.

Denunciaron abuso de alumna del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (Especial).
Elsa Martha Gutiérrez
Guadalajara /

Obligada por las circunstancias, Daniela -la estudiante del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara que fue víctima de agresión sexual presuntamente por parte de su compañero Josué Jafet- pidió, y le fue aceptada la licencia para ausentarse durante el próximo semestre, debido al hostigamiento que sufre por parte de los amigos de sus agresores.

Desde el pasado 23 de enero -día de la agresión-, “deje de asistir a mis clases de forma regular por el acoso y hostigamiento que he vivido desde que presente la denuncia penal por parte de amigos de los agresores que cito en la denuncia 28885/2019”, se lee en el documento dirigido al rector del Centro Universitario de Ciencias de las Salud (CUCS), José Francisco Muñoz Valle, quien hoy toma protesta como responsable del Centro.

La alumna del tercer semestre de la licenciatura de Médico Cirujano y Partero, recibió “comentarios mensajes, llamadas e intimidaciones, que prácticamente no le dejaron otra salida a la compañera, que tomar esta decisión”, confirmó el dirigente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU).

Si bien los principales agresores están separados temporalmente del CUCS, sus cómplices y amigos nunca dejaron de acosar y hostigar a Daniela.

“Un grupo de compañeros al parecer la siguieron agrediendo verbalmente, psicológicamente, vía redes sociales, vía whatsapp, tratando de deslegitimar la denuncia de la compañera, y esto fue lo que ocasionó que se sintiera vulnerada principalmente por compañeros del plantel”, abundó.

¿Sabía de la existencia de la banda de Los Tornillos que opera en el CUCS? No, yo desconocía. Al insistirle, admitió:

“Al menos, lo que hemos escuchado es que este grupo de personas lo hacían de una manera totalmente deliberada y al parecer, organizada entre ellos mismos”, reveló.

Esto, agregó, no significa que no suceda en otros planteles educativos de la Universidad de Guadalajara.

“Hay grupos de chavos que de manera sistemática están acosando a las compañeras y lo hacen como si fuera deporte, y bueno definitivamente esto no puede caber en la Universidad”, sentenció.

En entrevista, el presidente de la FEU, advirtió que por ningún motivo “la licencia de la víctima” deber ser la salida para los casos de acoso, hostigamiento y agresión sexual.

¿Esta licencia no demuestra que la Universidad de Guadalajara fue incapaz de garantizarle seguridad a una de sus alumnas?

“Yo esperaría que ella se estuviera reincorporando el próximo semestre escolar para que no tenga que abandonar sus estudios.

(En la UdeG) tenemos la oportunidad de resolver este caso para que ella pueda regresar a su salón con toda la tranquilidad”, dijo.

Si Daniela –en todo caso- decide no continuar sus estudios, entonces “me parece que como institución estamos fracasando, porque nosotros tendremos que garantizarle toda la seguridad a ella para que pueda continuar con toda su formación académica”, manifestó.

Medina Varela descartó omisiones por parte de las autoridades universitarias en el caso de Daniela y Grecia, porque el proceso, dijo, se ha ido desahogando.

“Ya están citadas las compañeras (víctimas) a comparecer ante la Comisión de Responsabilidades y Sanciones del Consejo General Universitario”, reveló.

Reconoció que la mayoría de las comisiones que existen en los Centros que son los primeros dictaminadores, no cuentan con la mayoría de sus integrantes, debido a los recientes cambios que hubo con motivo de la nueva administración.

“Habrá sustituciones, pero las comisiones deben estar trabajando. Y tiene que haber respuesta a las afectadas”, consideró.

En el escrito que entregó Daniela al nuevo rector de CUCS, describe sus horarios de materias y destaca su promedio: 94.3.

“Solicitó esta licencia para resguardar mi seguridad persona, la de mi familia y para recuperar la estabilidad psicológica, emocional que perdí” aquel día, argumenta.

En su solicitud de licencia, deja claro que exige justicia.

“Sigo pidiendo que se investigue y se sancione a mi agresor y a sus cómplices dentro y fuera de la Universidad de Guadalajara para que las mujeres que forman parte de la comunidad estudiantil no tengan que vivir situaciones de violencia”.

Daniela hoy vive triste y angustiada. El hilo se rompió por lo más delgado.

SRN

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