Estudio internacional rechaza que Seguro Popular llegó a sectores pobres

El análisis realizado por The Lancet Commission on Diagnostics establece que Oaxaca, Guerrero y Chiapas fueron los más afectados.

La situación sanitaria fue analizada por expertos. | Archivo, Reuters
Blanca Valadez
Colombia /

El cáncer de mama, financiado por el desaparecido Seguro Popular de 2004 al 2019, benefició más a las mujeres de entidades con economías clasificadas como ricas, Nuevo León, Ciudad de México y Campeche, en lugar de las que habitan en zonas pobres de Oaxaca, Guerrero y Chiapas, de acuerdo con el estudio The Lancet Commission on Diagnostics.

Sue Horton, integrante de The Lancet Commission on Diagnostics, explicó que de acuerdo con un análisis de los sistemas de salud y el acceso en al menos 10 países de ingresos bajos y medios, entre los que se incluyó a México, se demostró que el Seguro Popular incumplió con su propósito esencial de llegar a los sectores más pobres, marginales y sin seguridad social.

El tratamiento de cáncer de mama durante el Seguro Popular, añadió, se centró más en solventar los tratamientos, es decir, en otorgar los medicamentos, en lugar de efectuar un diagnóstico temprano a través de mastografías y de biopsias.

Por ello, dijo en el Encuentro Roche Press Day, que se lleva a cabo en Cartagena, Colombia, la mayor parte de las pacientes fueron atendidas en etapas tardías, cuando ya hubo metástasis y pocas posibilidades y probabilidades de sobrevivencia.

Oaxaca, Guerrero y Chiapas, que son los estados más pobres, fueron de los menos beneficiados frente a las entidades más ricas como Nuevo León, Campeche y Ciudad de México”.

El Seguro Popular, aclaró, dejó de lado diagnósticos clínicos y los estudios a través de las biopsias, además no logró su cometido de reducir la mortalidad, básicamente, entre mujeres con menores recursos adquisitivos.

Pero la situación no mejoró con la pandemia, ya que en 2020, 83 por ciento de las pacientes con cáncer de mama interrumpió su tratamiento o debió modificarlo por la desaparición del Seguro Popular y su tránsito al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), así como por el desabasto de medicamentos oncológicos en plena emergencia sanitaria por covid-19, de acuerdo con los resultados de una encuesta publicada en la revista The Lancet Oncology.

El estudio también consideró esencial centrarse en el diagnóstico, en los hospitales de primer nivel, así como efectuar pruebas moleculares y de secuenciación genética para detectar la mutación BRCA de cáncer de mama.

El análisis molecular del cáncer permite una predicción óptima de la progresión de la enfermedad, la selección de la terapia dirigida y la predicción de la respuesta del paciente a la terapia, es decir, la medicina predictiva.

The Lancet también analizó seis condiciones que consumen los recursos y se han convertidos en las principales causas de muerte, entre estas, diabetes, hipertensión, VIH, tuberculosis, sífilis e infección por el virus de la hepatitis B.

Solo en sífilis, en México, 1 de cada 2 mujeres es debidamente diagnosticada por lo que, en caso de estar embarazada, el bebé nace con complicaciones de salud o bien muere.

Cáncer cervical

La pandemia en México provocó que solo 0.50 por ciento de las menores de edad accedieran a la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), por lo que el Instituto Nacional de Cancerología (INCAN) detectó un incremento de cáncer cérvico uterino en etapas avanzadas, en el 80 por ciento y en edades cada vez más tempranas, de 20 a 30 años (10 por ciento del total de pacientes).

Lucely Cetina, directora del Programa Modelo Integral de Atención al Cáncer de Cuello Uterino del INCAN, detalló están por publicar un estudio donde reportan, justamente, que la emergencia sanitaria propició que se suspendiera la vacunación entre escolares contra el VPH, así como diagnósticos oportunos.

Comenzó a privar un sistema “caótico” en cuanto al control del VPH y cáncer cérvico Uterino, y a ellos se suma el hecho de que ha habido “recortes” presupuestales y “desabasto de medicamentos”, lo que dificulta el control y elevar la sobrevida de las mujeres.

“Solamente el 0.50 por ciento de los niños fueron vacunados contra el VPH, estamos hablando de mil o de 500. Hay una regresión de la enfermedad en estos dos años”, aclaró.

Las vacunas contra el VPH reducen en 97 por ciento las probabilidades de desarrollar cáncer cervical y uterino, por lo que, anunció, en las próximas semanas se reiniciará la vacunación entre la población menor de edad para lograr la meta trazada de reducir o erradicar por esta patología prevenible.

También, comentó, se publicará un estudio en el que se demuestra que la vacuna también protege a las mujeres que ya cursaron cáncer cérvico uterino y que esta enfermedad tiende a regresar.

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