Exigen un dictamen estructural del edificio que albergó al viejo hospital Carlos Canseco de Tampico y definir una ruta a seguir con este inmueble para prevenir riesgos.
Y es que la construcción se empezó a realizar en los años 30, siendo la obra inaugurada en 1946, lo que puede implicar “una amenaza para la población”, consideran activistas.
“Urge un dictamen estructural, se tiene que garantizar que el ex hospital no se va a derrumbar un día de estos, porque sería catastrófico, debemos aprender la lección tan dolorosa que nos dejó la tragedia de la iglesia Santa Cruz”, dijo Roque Montiel Lozano, de Ciudadanos Conscientes en Acción por México.
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Señaló que en temas de protección civil, lo que debe prevalecer es precisamente la seguridad de la población, por encima de cuestiones como el valor histórico y arquitectónico de los edificios.
“Que no nos digan que (el inmueble) no se puede tocar porque es una obra importante de la arquitectura moderna y contemporánea y lo protege el INBA o el INAH, hay que romper esos candados porque primero está la seguridad de la gente y por la antigüedad de la construcción puede ser una amenaza, se tiene que definir una ruta de acción para prevenir el peligro”.
La historia del antiguo nosocomio narra que se inauguró en noviembre de 1946 y fue considerado como uno de los mejores hospitales de México, funcionando hasta mediados de 1982, pues ya se tenían nuevas instalaciones en la avenida Ejército Mexicano.
Datos del Archivo Histórico señalan que el 12 de agosto de 1934 se colocó la primera piedra del viejo hospital Canseco y por la tardanza de los trabajos, la obra se fue encareciendo, para inaugurarse hasta 1946 debido a las complicaciones económicas.
“Se reconoce el valor y el simbolismo del edificio, considerado una joya arquitectónica, pero su antigüedad y su abandono pueden venir a cobrar una factura; se tiene que hacer un dictamen estructural y, si el inmueble lo soporta, procederse a un rescate, pero todo debe fundamentarse porque el valor supremo es la vida”.
Por su parte, Federico Juárez, alertó que este edificio tiene 77 años de haber sido inaugurado y cerca de 90 del inicio de sus trabajos de construcción, tiempo que puede significar un riesgo a la población, el cual se debe prevenir, dijo.
El edificio, ubicado en una manzana de la zona centro de la ciudad, pertenece al catálogo del Inbal por su estilo y belleza, pero lleva cuatro décadas sin utilizarse y el abandono es evidente.
El Colegio Mexicano de Arquitectos e Ingenieros considera que el inmueble, que forma parte del patrimonio edificado de la ciudad, está en buenas condiciones.
Es un ícono de la primera mitad del siglo XX que merece un rescate, señaló la arquitecta Olga Méndez, vicepresidenta del organismo.
“El edificio tiene que preservarse para recuperar su aporte a la historia de la ciudad. La propuesta es mantener su vocación de servicios de salud y que no se desfigure su fisonomía”.
Aseguró que “según estudios muy profundos que se han hecho, es muy fuerte; el edificio está en buenas condiciones estructurales y de cimentación, solo la parte exterior es la que con el paso del tiempo está afectándose, queremos rescatar esta obra emblemática”, concluyó.
SJHN