El 22 de abril de 1992 se registró una de las peores catástrofes en el país. En Guadalajara, Jalisco, se suscitaron una serie de explosiones en el sistema de alcantarillado en el barrio de Analco, con 212 muertos; 69 desaparecidos; mil 470 lesionados; destrucción total de ocho kilómetros de calles; mil 142 viviendas, 450 comercios, 100 centros escolares y 600 vehículos afectados en diferente cuantía.
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Días anteriores al siniestro, vecinos de la colonia habían reportado a las autoridades que de las alcantarillas brotaba un fuerte olor a gasolina, además de que observaron vapores saliendo de ellas.
A las 9:40 horas del 22 de abril el entonces jefe de Bomberos de Guadalajara, el mayor Trinidad López Rivas, confirmaba que no había peligro y que todo estaba bajo control, por lo que no había necesidad de evacuar la zona; sin embargo, minutos después ocurrió la explosión.
“Gente atrapada; casas que cayeron; vehículos encima de las azoteas... Una situación bien complicada. Aquello fue una total catástrofe. La gente estaba totalmente sacada de onda, confundida”, expresó el reportero José Luis Jiménez Castro.
El comunicador expresa lo que vio y escuchó el día de la tragedia: Se escuchan alrededor de siete u ocho explosiones, porque fue como en goteo. Por toda la Calzada y sobre la de Gante, R. Michel, hacía el Álamo, pum, pum, pum, pum, pum... y en cada punto una tragedia..."
Las explosiones ocurrieron en el conector intermedio del subsuelo de Analco, un área de casi 10 kilómetros, lo cual también afectó a las colonias Atlas, San Carlos y Las Conchas. La explicación oficial fue que las explosiones se debieron al derrame de gasolina del poliducto Salamanca-Guadalajara en la colonia Álamo Industrial.
El flujo de gasolina llegó al colector de aguas residuales en el que se acumularon vapores inflamables, pero no pudieron dispersarse debido a las obras de construcción de un sifón por debajo de la Calzada Independencia.
Dudan de la versión oficial
Roberto Arias de la Mora, presidente del Colegio de Jalisco, escribió en el libro La política detrás de la explosión, un recuento de los acontecimientos previos y posteriores a ese día. En su trabajo contrapuso la explicación oficial de las autoridades, con argumentos de personas que observaron la inusual movilización de camiones cisterna de PEMEX , presuntamente para extraer ilegalmente gasolina del drenaje alrededor de las vías del ferrocarril en la zona industrial, poniendo en duda la versión oficial.
“En el informe la paraestatal comenta que fue víctima de las explosiones, y que el derrame de gasolina que después se encontró sobre todo en la zona del Álamo, y que generó grandes cantidades de filtraciones de gasolina, fueron consecuencia de las explosiones. Esto es el informe, que es muy tajante”, dijo.
El presidente del Colegio de Jalisco habla del padre de un empresario que buscaba denunciar el robo de gasolina. “Incluso un empresario que no quiso mencionar su nombre por cuestiones de seguridad, comenta que su padre le dijo: 'se están robando la gasolina', y el hijo le contesta: ‘¿lo denunciamos?’. y le responde: 'no, porque nos podemos meter en problemas'. De ese nivel se va construyendo esta historia, insisto, a partir de esta narrativa de gente que vio, que vivió los acontecimientos...”, señaló Arias.
No hay procesados: un ex alcalde de Guadalajara, tres funcionarios del SIAPA y cuatro de Pemex fueron procesados; sin embargo, posteriormente quedarían absueltos. A 30 años de lo ocurrido no hay ni una sola persona procesada por este lamentablemente hecho que dejó una cicatriz en cientos de habitantes del sector Reforma, dijo José Luis Jiménez Castro.
MC