Falta de combustible evidenció problemas de la ciudad

Según académicos, el impacto económico podrá medirse hasta febrero; deben atenderselos problemas de transporte público y movilidad que adolece el Área Metropolitana de Guadalajara

Largas filas han sido el pan de cada día en distintos puntos del área metropolitana (Fernando Carranza).
Víctor Hugo Ornelas
Guadalajara /

La escasez de combustible en el Área Metropolitana de Guadalajara ha dejado en evidencia una serie de problemas que padece la ciudad, por lo que esta crisis tendría que servir como un punto de partida para darse cuenta de ello y encontrar soluciones, de lo contrario se habrá perdido la oportunidad de sacar provecho tanto gobiernos como ciudadanos.

De acuerdo al investigador por la Universidad Panamericana (UP) Guillermo Vega de la Escuela de Pedagogía. Si bien Guadalajara y los municipios que le rodean conforman una ciudad de grandes dimensiones, la realidad es que esta se encuentra mal conectada, tanto en infraestructura como en servicios de transporte, un problema que ha quedado expuesto bajo esta circunstancia de escasez de combustible.

La situación parece también haber terminado por dar la razón a quienes han apuntado hacia la necesidad de implementar modelos de movilidad no motorizada, que de existir, permitirían aminorar el impacto social ante ese tipo de escenarios.

El académico consideró que ha habido una respuesta positiva por parte de la sociedad y que parecería “que la necesidad es comprendida y se alinea con los deseos de combatir la corrupción y la inseguridad”, pero por otro lado, existe incertidumbre con respecto a los tiempos en que se prolongará la situación y cómo planean resolverla y ello genera una sensación de vulnerabilidad a lo que se suma la dificultad que una sociedad como la tapatía tiene para adaptarse a situaciones que le sacan de su zona de confort, de su status quo.

El académico sostiene que la sociedad tapatía debe realizar acciones para que no resienta de manera tan severa la implementación de este tipo de políticas, puesto que en un escenario de escasez prolongada podría incluso llegar a mermar hasta en lo emocional si se considera esa tendencia social a la validación del individuo en base a los bienes que posee y entre ellos uno de los primordiales es el automóvil.

El transporte público en Guadalajara se ha quedado rezagado a la era en la que vivimos y ante la escasez de combustible, eso, es algo que nos cobra factura, explicó Guillermo Vega, además, el gobierno debe entender que tiene que cambiar su forma de comunicar para lograr que las estrategias de este estilo sean lo más útiles posible, pero como ciudadanía, “saber cómo manejar puntos de incertidumbre para no estar siempre a expensas del gobierno y resolver esa angustia de no poder acceder a cosas que son esenciales para nuestro desarrollo”.

Por otro lado, habrá que esperar aproximadamente a mediados del mes de febrero para poder cuantificar la afectación económica que registren los diferentes sectores que componen la economía jalisciense, pues de acuerdo al académico Israel Macías de la Escuela de Empresariales de la Universidad Panamericana, aun no es posible hacer un corte que defina dicho indicador de manera puntual, lo cual se logrará hasta que se desarrollen los ejercicios fiscales el mes de enero.

Lo que sí se logra percibir es que “existe una contracción económica en el arranque de este año cuando generalmente se trata de un mes de crecimiento para la economía” y hasta el momento tampoco existen datos concretos que pueda ofrecer el gobierno para poder definir el costo beneficio de esta guerra contra el huachicol y así poder identificar si es una acción que resultará benéfica, o perjudicial para la sociedad, la cual apuntó, es la que padece ante lo que para él, parece ser una estrategia equivocada.

SRN

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