Falta sancionar a los agresores, señala coordinadora del Cladem

El programa de protección Pulso de Vida “no está vinculado con una política pública de fondo”, consideró Guadalupe Ramos

Un programa como Pulso de Vida, implementado para ayudar a las mujeres que tienen órdenes de protección no resuelve el problema de fondo
Teresa Sánchez Vilches
Guadalajara /

Un programa como Pulso de Vida, implementado en Zapopan en marzo de este año para ayudar a las mujeres que tienen órdenes de protección no resuelve el problema de fondo. Lo importante es enviar la mirada hacia quienes cometen los delitos, a los delincuentes, a ellos hay que atraparlos.

Así lo expresó en entrevista Guadalupe Ramos, coordinadora del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (Cladem), sobre iniciativas como esta que, dijo, se ejecutan de manera desarticulada: “La principal falla que tiene es que no está vinculado con una política pública de fondo, que sea trasversal y que pretenda abatir la violencia a corto, mediano y a largo plazo”.

De acuerdo con la activista, otro punto en contra es que se sigue viendo a las féminas como víctimas: “Mientras no saquemos esta problemática de seguirnos mirando a nosotras mismas como víctimas, como pobrecitas, como que hay que ayudarlas, porque así está pensada esta propuesta, es como que las vamos a salvar. Prácticamente como el Superman, que tenga su botoncito de ayuda, lo aprietan, me llamas yo voy y te salvo. Y esto no es así”. “¿Dónde están esas órdenes de detención? ¿Dónde están esos hombres sentenciados por estos delitos? Ahí es donde crece la impunidad. Me gustaría más que ver que las mujeres carguen un instrumento de llamado a la autoridad, ver a hombres que tengan estos brazaletes en donde se les esté monitoreando. A esos hombres violentos, a esos hombres a los que ya se les ha determinado que ejercen violencia, que son agresivos y demás, y que se sepan vigilados, que se sepan monitoreados”, advirtió la coordinadora del Cladem.

Consideró que Pulso de Vida puede dar resultados en algunos casos, pero no es la panacea ni la solución ni la mirada correcta: “Sí hay que darle protección a las víctimas, pero no está ahí el problema. El problema está con quien ejerce violencia y ellos son los que tienen que estar monitoreados y estar vigilados”.

Guadalupe Ramos insistió en que un programa como este se tiene que vincular con una política pública: “No hay modelos de atención a la violencia únicos. No hay un solo modelo, mínimo, en toda la Zona Metropolitana de Guadalajara. Cada municipio tiene sus propios programas y sus propias propuestas”.

“A mí me parece que tiene que ser mucho más profundo, mucho más trasversal y mucho más en serio. Se lo deben de tomar en serio los municipios. Reunirse, así como se reúnen para los temas importantes de seguridad trascendentes e importantes del estado y hay que hacerlo, pues también para hablar de los temas de violencia contra las mujeres”, recalcó la entrevistada.

La investigadora subrayó que para que haya cambios verdaderos tiene que haber un mecanismo en el que estén los tres niveles de gobierno y que estas acciones, que parecen más como de “relumbrón”, no sean solo un programa sino una política mucho más amplia. De otra manera, dijo, no va a funcionar.

Durante el año pasado, más de 200 mujeres murieron con violencia en Jalisco. En 2010 ocurrieron alrededor de 100 homicidios. De acuerdo con Ramos han aumentado de manera exponencial. A mitad de 2019 ya hay más de 100 mujeres asesinadas.

MC

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