Faltan Centros Nueva Vida

En Jalisco, se encuentran en operación 20 Centros de Atención Primaria en Adicciones (CAPA), también conocidos como Centros Nueva Vida, de los 335 que hay en el país, los cuales surgieron durante la administración de Felipe Calderón Hinojosa, sin embargo, resultan insuficientes.

Los CAPA se ubican en los municipios de Ameca, Arandas, Autlán de Navarro, Ciudad Guzmán, Colotlán, Guadalajara, Lagos de Moreno, La Huerta, Mascota, Ocotlán, Puerto Vallarta, San Juan de los Lagos, Tamazula, Tepatitlán, Tonalá, Tlajomulco, Tlaquepaque y Zapopan, teniendo una mayor concentración en el Área Metropolitana de Guadalajara, en colonias como Canal 58, El Vergel, Rancho La Cruz, Rey Xholotl, Río Verde, San Pedrito, Santa Cecilia, Santa Fe, Tabachines, Tetlán y uno más en Avenida Guadalupe y Periférico.

Actualmente, todos estos CAPA cuentan con un personal que consta de 120 personas que se encargan de brindar atención en las diversas áreas que estos trabajan, como el área preventiva, que recibe a niños, adolescentes y jóvenes, desde los 8 hasta los 17 años de edad, algunos de ellos cursando todavía la primaria, secundaria o preparatoria, según sea el caso.

Sergio Martínez, coordinador de los CAPA, explicó que el consumo de estupefacientes comienza cada vez a edades mucho más tempranas y quienes deciden iniciarse en esta nociva práctica lo hace, por lo regular, con el alcohol, el tabaco y la mariguana, para más adelante y conforme el consumidor va creciendo, incursionar en otro tipo de sustancias mucho más agresivas con el organismo, como lo es el cristal, una droga dura hechas a base de productos químicos y sumamente adictiva.

El presupuesto con el que operan estos centros es de tan sólo 10 millones de pesos al año, que deben aplicarse a los programas de prevención y atención, así como a los congresos, talleres, capacitación de su personal y elaboración de manuales; convirtiéndolo en una cantidad insuficiente para poder llevar a cabo las labores, ya que, únicamente de salarios, gastos de operación, servicios como limpieza, luz agua y teléfono; insumos y seguridad, emplean aproximadamente 7 millones de pesos, por lo que se dificulta la contratación de más personal que también termina siendo escaso para dar cobertura a todo el estado y no se hable de poder abrir más centros de estos, que, según el funcionario, tendrían que ser al menos 10 más.

Para la detección de riesgos referentes a las adicciones, en estos centros, se trabaja en áreas específicas como lo son, la salud mental y cómo esta se relaciona con el entorno familiar y sus círculos sociales, conductas agresivas o delictivas, intereses en las áreas laborales, nivel educativo y el uso o abuso de sustancias psicotrópicas.

Los tratamientos que ofrece cada uno de estos 20 CAPA son completamente gratuitos, de ahí que un alto número de personas acudan a atenderse, siendo alrededor de 60 mil, de las cuales, 13 mil son consultas que realizan por primera vez y que en gran parte se llevan a cabo en escuelas, no sin antes hacer una entrevista previa o exploratoria, llegando a concluir con su tratamiento un 98 por ciento de los pacientes.

Origen de los centros

De acuerdo con la Procuraduría General de la República, disuelta en 2007, los CAPA fueron financiados con los más de 205 millones de dólares incautados al farmacéutico chino Zhenli Ye Gon, recursos que también se distribuyeron entre el Poder Judicial de la Federación, la Secretaría de Salud y la extinta PGR.

Recientemente, el mandatario federal Andrés Manuel López Obrador cuestionó el destino del recurso asegurado y ordenó que se investigara “hasta donde se pueda”; en respuesta, Calderón Hinojosa precisó en su cuenta de Twitter: “Sr. Presidente @lopezobrador_: El dinero decomisado al Sr. Ye Gon se destinó a la construcción de 335 Centros Nueva Vida de Prevención y Tratamiento de Adicciones en el país. Entiendo que dijo que nunca se había hecho nada al respecto pero, afortunadamente, hay otros datos”.

MC

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