En el panteón Xahuento, del municipio de Tultepec, Estado de México, se llevó a cabo el sepelio de la señora Rosa, sus hijas Claudia y Jazmín; dos de sus nietos, Aldahir y Mía, así como otras dos personas, asesinadas dentro de una vivienda en la colonia La Cañada.
El acceso al panteón fue restringido y se resguardó con elementos de la Guardia Nacional y policías municipales.
A las 11:00 horas, el padre de las dos nietas de Rosa sepultó a sus hijas y al interior del panteón lanzaron globos blancos de cantoya para despedir a las menores.
Al medio día llegaron los ataúdes de Rosa, sus hijas y sus nietos. Durante el entierro se guardaron unos minutos de silencio.
Durante todo el entierro, los asistentes fueron custodiados por un grupo de operaciones especiales con armas de alto poder.
Aproximadamente a las 14:30 horas, familiares y conocidos de las víctimas salieron del panteón, algunos con lágrimas en los ojos, lamentando este multihomicidio de ocho personas, entre ellas, cuatro menores de edad.
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